Neva

PALABRAS DEL AUTOR

Neva es la historia de un ensayo.

Cuando la escribí quería hacer una obra que mirara al mundo desde el escenario.

Para eso usé la antigua idea de contar una historia que ocurre lejos y en el pasado para hablar del aquí y el ahora.

El lugar que elegí fue San Petersburgo en 1905.

Necesitaba una revolución en la calle mientras el grupo ensaya la obra.

Afuera la marcha imagina el futuro, en el teatro el elenco imagina un mundo paralelo.

Un mundo oscuro.

Alguien me dijo, tienen que presentar Neva en Buenos Aires.

Y después de un tiempo nos invitaron a presentarla en Buenos Aires.

Una obra que parece rusa pero que en realidad habla de la desolación política de Chile, que debe ser la misma desolación política que se siente en todo el mundo.

Y llegamos a Buenos Aires.

Hace diez años.

Desde una provincia que queda más allá de la provincia.

Desde el Océano Pacífico.

No sabía qué esperar.

Caminé por las calles.

Caminé por Barrio Norte, pensando, rogando en silencio que no lo bombardearan.

Después me fui al agua.

Caminé por ese basural que cubrieron y que convirtieron en parque.

Y miré el río.

Parece mar.

Yo vengo de una cuidad seca.

Hay un río pero no es como el río Neva.

Pero en Buenos Aires sí hay un río tibio.

Un río que es casi igual Neva congelado.

Y pensé que Buenos Aires era la ciudad perfecta para Neva.

Porque siempre en la calle siempre hay una marcha.

Porque toda persona que va al teatro tiene que decidir, esta noche ¿teatro o marcha?

Y también hay un río.

Un espejo gigante que sirve para proyectar lo que uno quiera.

Y yo decidí proyectar lo siguiente:

Neva necesita un río grande.

Necesita guerra.

Necesita lágrima de escenario.

Aquí hay mucho de eso.


Guillermo Calderón

Que lugar ocupa el arte cuando todo alrededor se desmorona?

"Afuera hay un domingo sangriento y ustedes quien hacer una obra de teatro (...) ¿Quieren teatro? ¿Quieren llorar? Yo les voy a dar escenario y lágrimas"

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