Cien veces no debo

Cuando se levanta el telón los padres de la Nena están adornando la habitación, presentada con toda sorna como una rosada nursery con los recuerdos de la trayectoria de ese único retoño en el que volcaron todos sus esfuerzos, todos sus sacrificios y que -¿cómo dudaro?- ha de recompensarlos como perfecta hija. Entre fajitas, sonajeros, ositos, muñecos y también las primeras medias negras, se describen realidades y esperanzas. La Nena, una bien formada muchacha de 18 años se ha recibido de maestra. La nena se va a doctorar. La Nena toca muy bien el piano cada vez que se lo piden sus papás y seguramente, aunque ahora la festeja Jorge, que es un empleadito medio bobo, hará un magnífico casamiento. Pero resulta que la nena ha perdido un sobre y cuando este se encuentre contiene el resultado de un análisis que demuestra que sus diversiones no se limitan al estudio y el piano. Hay que casar a la Nena.

1 Histórico de funciones