Los Ciegos

Perdidos en el bosque de una isla, sentados sobre piedras, cuatro ciegos y cuatro ciegas esperan a que vuelva el sacerdote. Ellos aún no lo saben, pero quien conducía sus pasos no mira ya del lado visible de la eternidad. No vendrá nadie. Y sin embargo alguien se acerca.
La celebre obra de Maurice Maeterlinck, escrita originalmente en 1890, intervenida en una puesta para ocho actores, un músico y una didascalia.

1 Histórico de funciones