Hablemos de Funes

Juan Paladino, director de una orquesta típica de las míticas décadas del ´30 y del ´40, protagonista de esta historia, realiza un homenaje a al violinista Funes, y no podrá evitar reflexionar sobre el destino, sobre la “suerte”, “la fortuna”, esa que él siente que se le negó. Sin embargo, en esa revisión, se le irán presentando acontecimientos, recuerdos, que le permitirán reflexionar sobre el verdadero sentido del destino y la suerte. Esa que se va conformando por los acontecimientos que él ha hecho, o quizás, que NO ha hecho. Así ese recorrido se constituye en una metáfora, no sólo de la vida de cualquiera de nosotros (que hablar de la de los artistas, con vicisitudes tan cambiantes) sino de un pueblo que siempre ha depositado “afuera” ilusiones de “salvaciones mágicas”.

La banda de sonido que acompaña el espectáculo es otro elemento fundamental, no solo para los climas (ensayos de la orquesta, etc.) sino para la recreación de esos “pasajes mágicos del violín de Funes”, en una interpretación solista de Javier Weintraub. A su vez, estará apoyada por la voz en off de Sergio Renan, quién colaboró con el espectáculo.
En esta historia simple pero trascendente, los elementos cercanos y reconocibles, como el tango, nos hacen acceder a profundidades míticas como las de Orfeo o las de las Bacantes. Así, cada espectador podrá encontrar en este personaje un reflejo de algún aspecto propio permitiéndole reflexionar sobre el y así comprenderlo.

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