Opiniones sobre El mal de la piedra

  • 03/02/2020 07:49
    Daniel C 5
    Excelente espectáculo. Muy buena puesta y sobresalientes actuaciones. El texto base se ocupa de un tema muy candente en España, como es el destino de El Valle de los Caídos. Aunque no pertenece a la realidad argentina, se plantean dilemas políticos y morales que le otorgan universalidad.
    Un acierto es realizar charla-debate al finalizar la obra, un interesante plus para una representación que vale mucho la pena por sí misma.
  • 02/02/2020 12:05
    Cesar 2
    Muy buena
  • 26/01/2020 10:13
    Ruth 58
    la obra me pareció muy interesante, especialmente el texto y el trbajo del cuidador que era un personaje ridco con muchos matices. El trabajo y texto de la investigadora me pareció un poco más pobre. La obra me gustó. quedaron muchas cosas para discutir al finalizar la obra. vale la pena ir a verla. La recomiendo
  • 12/08/2019 08:47
    Mònica S 5
    Un texto crudo y cierto.Los actores son dos mounstruos en escena, la direcciòn es impecable. toda la merde en España
  • 21/07/2019 19:17
    Silvia I
    Me parece un espectaculo mayusculo porque trata de un tema muy doloroso como es el tema de la coherencia entre lo que pienso digo y hago.Muy interesante el planteo de cada personaje y en el medio de ellos una delgada linea roja que es el otro y nos lleva a refleccionar si somos tan heroicos como pensamos,tan honestos como creemos acerca de nosotros,y etc y etc .La recomiendo especialmente por la actualidad,(la nuestra) y me parecio muy didactica.Exelentes los actores la direccion,la musica.
  • 14/07/2019 21:53
    Mara 19
    Excelente obra..fuerte y emotiva.
    "no olvidar" "memoria verdad y justicia"
    Muy buenos los actores, la escenografía, la iluminación, los audios y la musicalización
  • 01/07/2019 18:58
    Lita L 29
    El mal de la piedra - De los hechos históricos a la escena
    “Ver” los hechos históricos no es lo mismo que leerlos, y “ver “mirar” , percibir con todos los sentidos lo que nos llega desde la escena produce en el espectador un impacto intelectual a la vez que emocional. Se dice que cuando el teatro genera interrogantes más que certezas está proyectando su mensaje más allá de la ocasional representación teatral. Esto es lo que sentí al trasponer las puertas del teatro. Esto dicho es desde una mirada adulta. Me pregunto: ¿qué sería deseable que suceda si el espectador es un adolescente entre 15años de edad o más? El abanico de preguntas, formuladas por espectadores curiosos sería un punto de partida para investigar, escrudiñar en las distintas miradas acerca de un hecho histórico. La historia se cuenta según quién la vive si se es parte del presente, o se accede a la misma a través de las distintas miradas de historiadores; no siempre imparciales, no siempre neutrales. La obra tiene el mérito indudable de hablar de los hechos a través de dos personajes opuestos en sus convicciones cuyos puntos de vista acerca de la dictadura de Francisco Franco parecieran ser divergentes.
    Los protagonistas; un guardia de seguridad y una restauradora comparten un tiempo en la Basílica construida durante el Franquismo. Se trata de una construcción Faraónica conocida como El Valle de los Caídos. Para realizar dicha construcción se perforaron 260 metros en el interior de una montaña. En ese interior se enterraron en distintas etapas los cuerpos de los vencedores de la guerra Civil y en una segunda etapa los cuerpos de los vencidos. La obra sitúa la acción cuando ese espacio cimentado hace décadas siente el paso del tiempo: la piedra se apolilla, se desgaja, se desquebraja. ¿Pero qué se intenta resguardar de esa piedra- tumba de hombres que en defensa de distintos ideales se van convirtiendo en polvo? La misión de la restauradora es salvar de la destrucción la piedra, es su objetivo como profesional. El objetivo del guardián es cuidar como fiel cancerbero ese espacio de dolor. En el intercambio de opiniones, el Guardián se manifiesta “neutral” en referencia a los hechos históricos
    La obra transita la ambigüedad en los dichos y acciones de los intérpretes generando en el espectador un real desconcierto hasta el final de la representación El clima sonoro y las luces tenues y por momentos sombrías contribuyen a instalar el horror de los hechos pasados. Excelentes interpretaciones: Ivan Steinhardt revela con su accionar el mundo interior de su personaje que poco a poco se va develando hasta el final sorpresivo. Romina Pinto en su histeria, mezcla de miedo y afán de perfeccionismo va configurando su personaje hasta mostrar su interioridad. El texto de Blanca Domenech tiene el mérito de enhebrar situaciones conflictivas que se entrelazan sin dar respuestas inmediatas; el espectador debe salir de su zona de confort para entender ese mundo de ficción sustentado en una cruel realidad. La dirección precisa y convincente supo agilizar con destreza un texto que pide mantener el oído atento mientras los desplazamientos de los actores rompen, en el buen sentido, los parlamentos cargados de significación versus ambigüedad.
    Un espectáculo para disfrutar desde la emoción y el intelecto.