08/06/2019 10:46por Josemi L Este espectáculo es un verdadero viaje para el espectador. Sientes, notas, tocas en todo momento la cruda atmósfera de la obra: te envuelve en lo oscuro de esta indescifrable familia. Tal y cómo le ocurre a alguno de tus personajes, te sientes atado a la casa con portones y ventanales, pero sin salida. Entre otras muchas cosas es lo verdaderamente atractivo de este espectáculo, la recreación de una sórdida y cruda atmósfera, que sobrecoge el pecho del espectador, que alcanza una comunión perfecta entre el placer de disfrutar de una función de excelente calidad y la angustia física de estar atrapado en esa casa: reminiscencias de La casa de Bernarda Alba, El ángel exterminador... nada menos. Todo conducido desde una exquisita dirección en los detalles, y de un inteligente texto que cómo la obra deambula entre lo que parece cotidiano y lo oscuro y oculto con parlamentos líricos muy logrados. Actuaciones muy dignas que crean personajes aparentemente simples, pero que van mutando a lo esperpéntico. Si a todo eso unimos el buen aprovechamiento que hacen del espacio escénico que brinda Querida Elena, estamos hablando de una obra imperdible, que, a no ser que seas una piedra, no te va a dejar indiferente.