Se Necesita un Cadáver

Una vieja casa, un auto que no arranca y una carreta son los únicos bienes que Albert Kenington dejó atrás cuando estalló la II Guerra Mundial, cuando desapareció. Dieciocho años más tarde, su abogado reúne a los herederos con el fin de decidir qué se hará con sus pertenencias.
Sus sobrinos: un escritor de avisos fúnebres, un sepulturero y una mujer con la virtud de enviudar a voluntad, deciden poner en marcha el más oscuro y retorcido plan para hacerse con los bienes de su tío, y enterrar así la incierta verdad para siempre.
1 Histórico de funciones