Balbuceantes

Imagen, El niño, Bicicleta molida, El beso, Los dos, Rodilla, Vienen, Pacto y Sensatez. Nueve relatos de Eduardo Pavlovsky que el grupo El Soporte propone en Balbuceantes: - La obra refleja la historia del fracaso, del desamparo, de los decires balbuceantes, con las dicciones de los grandes tormentos, misterios y tartamudeces de la noche - imágenes sueltas que buscan composición, voces de recuerdos plasmados en las retinas, sonidos desmenuzados por el viento, sombra de carcajadas – aullido de deseo. Musicalidad de palabras en finitud de cuerpos buscando forma, lugar, acompañamiento.

Los textos de la obra Balbuceantes son nueve relatos breves segun lo define el autor Eduardo Pavlovsky. Seis de los textos son monólogos y tres son diálogos de dos personajes.

Tal como afirma Jorge Dubatti “Estos nueve “relatos breves”, que recoge la edición de “Textos Balbuceantes”, responden a la nueva concepción teatral en la que trabaja actualmente Eduardo Pavlovsky. Han sido escritos en los últimos años de su trayectoria. El más antiguo, Pacto, data de 1992 y pertenece al universo de la pieza extensa El Cardenal, nunca estrenada por Pavlovsky. De las nueve obritas –monólogos, diálogos- sólo dos han sido escenificadas. Imagen fue escrita a pedido del director Michael Didym, en 1997, para integrar un ciclo de 24 piezas breves unipersonales de autores latinoamericanos y franceses, sobre el tema común del pecado y su confesión. Se estrenó en Francia en 1987 y se conoció en Buenos Aires en el marco del II Festival Internacional de Teatro en septiembre de 1999. El beso fue interpretada, inolvidablemente, por Norman Briski en el Teatro Calibán en diciembre de 1998 durante la presentación del libro Teatro II de Pavlovsky”. (Fragmentos extraídos del prólogo escrito por Jorge Dubatti para edición de Textos Balbuceantes)

Todos los relatos fueron editados en un mismo libro bajo el título “Textos Balbuceantes”, el cual nunca fue llevado “a escena” en su contenido completo; El proyecto del grupo El Soporte, encabezado por Eduardo Misch como director, es llevar a escena los nueve relatos dichos por cuatro actores en una puesta unificadora. El criterio de la dramaturgia consiste en respetar la lógica de cada relato, potenciada por el espacio compartido que imprime escénicamente una situación dramática que alcanza a todos los personajes.

EL AUTOR DICE DE LA PUESTA:

"Textos residuales. Sin sujeto claro. No pertenecientes a una obra y su estructura. Todos los textos van por el medio. Sin principio ni fin. Como diría Samuel Beckett: "no importa quien habla". Lo que se deja en el margen de la estructura teatral. Lo micropolítico. El resto. Por los bordes. Por los intersticios. Textos balbuceantes. Diálogos inconclusos. Pero intensos. Tal vez porque son textos que necesitan la pura experimentación y la resonancia del espectador. Sin hermenéutica posible. No significan nada. Por eso balbucean aun en su aparente seguridad. Balbuceo de temblor en la caída. La puesta de Eduardo Misch es rigurosa. Balbucea y tiembla todo el tiempo. Es su elección. Texto de goce, por oposición al texto de placer, que permite al espectador una lucida comprensión. Textos que desacomodan - con un devenir que no intentan explicar nada. Solo experimentar. Arriesga esa estética y la sostiene. No es complaciente. No es poco hoy."

Eduardo Pavlovsky

1 Histórico de funciones