Fingido

Se agradece todo, hasta lo fingido.
Se agradece como si fuera de veras.

Liliana Felipe

Todo es una representación falsa, llena de palabras.

Pompeyo Audivert

Principalmente, el cuestionamiento que nos hicimos al comienzo del proyecto fue el de dar cuenta de una postura política frente a la idea de texto y de escena. Se puso en cuestión el problema de esta tensión que no encuentra, para nosotros, una respuesta unívoca. El origen de Fingido, hacia mediados de mayo de 2006, viene a cuenta entonces, particular y singularmente, a raiz de ciertas ideas y visiones contrapuestas con respecto a la llamada "dramaturgia del actor" como noción de construcción de sentido de la escena. Es decir, al comienzo del proyecto, en las primeras reuniones entre los actores y el director/dramaturgo se planteó la necesidad de un abordaje escénico a partir de improvisaciones que, en principio, no tuvieran, no contaran con ningún anclaje situacional definido, ni temático, ni estuvieran inscriptos en una lógica de sentido narrativo, digamos, convencional. En reuniones previas, debatiendo sobre los límites, las falencias y los puntos a favor de las esctructuras que tienen su concepción en la dramaturgia del actor, comenzaron a plantearse ciertos aspectos, ciertos procedimientos comunes que nos llevaron a la escritura de una especie de manifiesto o tabulación sobre el cual trabajaríamos y al que llamamos "Dogma Fingido".


Dogma Fingido
Lo que se producirá no será una obra, sino un acontecimiento.
Lo que se producirá no deberá forzarse a un género teatral determinado.
Lo que se producirá no tendrá características ni rutinas performáticas.
No se buscará, se encontrará.
El "aquí y ahora" será el "aquí y ahora real" tanto en el proceso de creación, como en los ensayos y en las funciones.
Se aplicarán y se pondrán en duda todos los métodos y metodologías de la actuación.
La improvisación será de suma importancia tanto en el proceso de creación, como en los ensayos y en las funciones.
Las primeras improvisaciones serán de, al menos, dos horas sin interrupciones ni cortes, y serán continua y constantemente intervenidas por el director y/o dramaturgo.
El entrenamiento actoral correrá por cuenta exclusiva de los actores. Durante el proceso de creación, las improvisaciones y los ensayos se trabajará exclusivamente sobre y para el acontecimiento.
No hay texto previo. Todo lo textual aparecerá en las improvisaciones aunque se pueden utilizar textos propios o ajenos sólo a modo de disparador. No se podrán grabar ni filmar las improvisaciones; sólo tomar notar. La reescritura de (ciertas) escenas estará a cargo del director y/o dramaturgo, no de los actores. No habrá texto estable, tanto en el proceso de creación, como en los ensayos y en las funciones; se trabajará con algunas escenas escritas y con postas, lugares, acciones o parlamentos a los cuales se deberá llegar.
Al menos una secuencia del acontecimiento deberá contener dos escenas en la que la segunda desacreditará a la primera, tanto en lo formal, en lo conceptual, en lo estético y/o temático.
No habrá vestuario ni trajes teatrales a menos que sea exclusivamente necesario a la historia.
No habrá maquillaje teatral a menos que sea exclusivamente necesario a la historia.
No habrá iluminación teatral o dramaturgia de las luces. Los apagones serán parte de la historia y no de la escena.
La escenografía estará reducida a lo mínimo aunque nada podrá ser simulado. La única pared "invisible" (si hubiera paredes) será la cuarta pared (si existiera).

A partir de entonces, y siempre ateniéndose a los postulados del Dogma Fingido, comenzaron las improvisaciones (a razón de tres por semana con una duración promedio de cuatro horas cada encuentro), en las que fueron apareciendo algunas composiciones más o menos definidas en cuanto a forma, temáticas, calidades tonales, intensidades y ritmo. Estas improvisaciones, sin cortes ni interrupciones, fueron siempre intervenidas por la voz y el cuerpo del director/dramaturgo quien, desde la acción, desde el texto o desde lo situacional, pautaba su devenir. La inclusión de ciertos fragmentos (dos párrafos del final) de Quartett, del dramaturgo alemán Henier Muller, no fue inducida sino resultó impuesta, casi azarosamente, en una jornada de improvisación. Surgió así una relación escena-texto que se transformó a partir de la inclusión de la escena en el texto, generando una relación directa en la escritura y su puesta. Se decidió, también, y siguiendo los postulados del Dogma, no escribir formalmente algunas escenas por lo que la relación entre escena y texto es de tensión entre la acción y la palabra que interviene transformándola en un elemento vital dotado de una dimensión expresiva de sustancia espacial (cabe aclarar que el mencionado aspecto funciona a la manera de refuerzo ya que consideramos, desde su origen, que la palabra en sí misma crea su propia materialidad; es decir, crea, funda su propio mundo).

Fingido debe ser comprendido (si esa es la palabra) como fenómeno, acontecimiento, donde el movimiento y la modificación permamente producen un texto abierto, siempre en proceso. Lo que se pone en evidencia, entonces, es la idea de proceso, donde el decir y el hacer de los actores -en la relación que surge en las improvisaciones, en los ensayos y en las futuras funciones entre la palabra y la escena modifican o permiten modificar un texto que, de otra manera (es decir, en la escritura) "aparentaría" ser "estable".

Obra ganadora del Concurso de Coproducciones 2006. Área Artes Escénicas Secretaría de Cultura y Educación Municipalidad de Rosario.

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