Caramelos para el viaje

Él sube al micro con una guitarra y todo su equipaje en bolsas de supermercado. Viaja porque lo mandan a animar un cumpleaños. Ella sube tras su imagen de abogada. Dura, correcta, eficiente. Viaja para entregar personalmente sus tarjetas de casamiento.
Él, quizás logre salir de ese rincón sumiso que le imponen y acepta. Ella, quizás reencuentre ese amor que quedó en la playa.
Cada uno carga con, además de su equipaje, el peso de sentirse condenado a volar bajo, la certeza de que su felicidad “es un espejo que atrasa”.
Viaja con ellos una ilusión chiquita: quizás, quién sabe, se animen a cambiar las cosas.

1 Histórico de funciones
1 Notas en los medios