Los Sueños Perdidos

Aquí estoy... con las ilusiones hechas un montón de escombros, pero vivo...", es el texto de punto de partida de LOS SUEÑOS PERDIDOS. Coherente con el pensamiento de Enrique González Tuñón, de mostrar casos existenciales en situaciones de crisis personales y sociales, en esta obra vemos cómo se mueve este personaje que está al margen de la sociedad pero que encarna un ideal de vida guiado por la libertad, aunque rozando más de una vez la locura y la muerte.

En LOS SUEÑOS PERDIDOS los elementos simbólicos juegan un papel importante y se recurre a ellos para transitar una realidad profunda que desnuda hipocresías en un mundo mecanizado, racional, robótico. Frente a toda esa violencia, el personaje contrapone de manera permanente una exaltación libertaria, un vitalismo incalculable, la rebeldía, un temperamento corrosivo.

Los textos de Enrique González Tuñón que se han escogido son apenas una pequeña muestra de la gran obra literaria de este escritor que no dejó de confiar nunca en un orden mágico de la realidad más cercana, con una mezcla de ilusión y desengaño.

Esta obra ha sido creada a partir de las sencillas pero eficaces escenas que se asientan sobre una estructura dramática indudablemente poética. LOS SUEÑOS PERDIDOS es un torrente de luces y sombras, de imágenes, de denuncias y de afectos. Es la crónica de un mundo en descomposición así como del reflejo que esa universal podredumbre va dejando en el alma.

LOS SUEÑOS PERDIDOS nos muestra la mezcla de la risa frente a lo trágico en una visión grotesca del mundo. Y Enrique González Tuñón tiene la capacidad de lanzar al espectador a un universo impensado, que revela visiones paradisíacas e infernales que provocan violentas nostalgias, pero también fuertes inquietudes, entreviendo dramas de dolor y de amor.

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