El que trabaja con el martillo

Un hombre que no puede soportar su soledad invita a su casa a un grupo de gente desconocida. ESTÉTICA Y EMERGENCIA Puede hacerse teatro en una casa. No somos los únicos ni los primeros en condiciones de hacer esta afirmación. Es posible generar un espacio teatral puesto en movimiento por los miembros de un equipo creativo, sin intercesión de la acción empresarial de la mayoría de las salas centrales de la ciudad. En esta ocasión, la casa ofrecida, y elegida, produce un enriquecimiento muy alto del verosímil de El que trabaja con el martillo. La oscuridad concreta y la poética se hacen presentes de manera magnificada, paradójicamente por efecto de la ausencia casi total de artificios teatrales en la construcción de las situaciones. Ésta es una casa –verdad irrefutable-, la de Marcos en la ficción. Una casa ficcionalizada, y no una escenografía que evoca una casa. A su vez, la emergencia que sufre el personaje de la obra al promover la invasión de su propia casa, se traslada de manera significante al propio hecho teatral. Por eso, es ésta una decisión ante todo estética que, invariablemente, genera una idea del teatro como práctica social más conectada con la realidad presente. Realidad del espectáculo (fuera del circuito de salas teatrales), realidad del espectador (fuera de las especulativas maniobras de los funcionarios) y realidad de Marcos (fuera de la percepción de las verdaderas intenciones de sus huéspedes) aunadas en la creación de un mundo poético, cuyo referente irremediable en este momento es la realidad social. Javier Acuña - Marcelo Bertuccio - Esteban Fagnani - Gaby Ferrero Miguel Forza de Paul - Liliana Medela - Eleonora Menutti - Andrés Ventura Capacidad limitada, estrictamente con reservas: 4552-2650 / 4803-8265
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