Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas

“Dice Luis Piedrahita que la vi­da es co­mo un ho­tel: un si­tio en el que se pasa poco tiem­po y hay que lle­var­se to­do lo que se pue­da”

Con su hu­mor, re­co­no­ci­ble y co­ti­diano, Luis Piedrahita trata temas como la en­vi­dia, el egoís­mo, la des­con­fian­za. Luis cons­tru­ye un mun­do en el que to­das esas mi­se­rias si­guen exis­tien­do pe­ro le­jos de ge­ne­rar su­fri­mien­to y es­co­zor, desatan las car­ca­ja­das más li­be­ra­do­ras.
En es­te es­pec­tácu­lo, re­fle­xio­na acer­ca de las es­pon­jas de ba­ño, las po­li­llas, los as­cen­so­res, los ho­te­les... y en­cuen­tra un pa­ra­le­lis­mo inevi­ta­ble en­tres es­tos ob­je­tos y el al­ma hu­ma­na. Luis invita al público a acom­pa­ñar­lo durante casi una ho­ra y me­dia de show, de ri­sas y emo­cio­nes, sin más ar­ti­fi­cios que su per­so­na­li­dad, su voz y su cuer­po.