Estemos juntos... siempre

En un bar, cuatro personas comentan un sueño. En ese sueño están ellos con "él", un ser querido que ya no está. El soñar con una pérdida los lleva a preguntarse que harían si "el" estuviera de vuelta. Todo ocurre en el bar, la "realidad" y la realidad del sueño. Ya inmersos en esta última realidad buscan al ser perdido que había matado a la madre "¿a que madre, a la mía?". "No, a la mía" "A la tuya?" se preguntan. "El" (Orestes) trabaja en el bar limpiando baños. El encargado Apolo y la dueña Atenea, lo protegen y le enseñan a trabajar y a desenvolverse como individuo. Ellos lo buscan para que regrese a su querida y lejana primera época, más cerca al vientre materno que al trabajo de lavacopas de un bar...

1 Histórico de funciones