Bienvenido Sr. Mayer

Alemania, época actual.

Pedro Mayer, setenta años judío alemán, escapado en 1938 a la Argentina, regresa a su lugar natal. En 1980, su único hijo, Daniel, nacido en ese país, ha sido secuestrado. Es un desaparecido mas.

Los padres de Pedro no lograron huir y fueron exterminados en Auschwitz.

Mayer llega a una pequeña posada, a orillas del Rhin, frente a la montaña "El Dragón". La señora Berta, una alemana del lugar, es la dueña de la posada. Ella ha perdido a su hermano y a su padre durante la guerra mundial. Berta advierte algo diferente, especial, en su pensionista. Algo en su perfecta manera de hablar el alemán y en los recuerdos que juntos hilan. Así "descubre" su verdadera identidad, e intenta justificar, a su manera, lo que pasó en el país. Los recuerdos les hablan de un pasado común, pero la visión de aquel mundo es totalmente diferente para cada uno. Las fuerzas vivas del lugar, encabezadas por el intendente, descubren la llegada de Pedro y lo homenajean a la manera de un hijo pródigo.

Mayer recorre, a la manera de Dante, su propio Infierno y Purgatorio. Su historia y su memoria son alteradas. Todos hablan de algo parecido, que Pedro vivió y aún siente con toda crueldad. Los habitantes actuales, disfrazan la verdadera historia, buscando justificaciones y explicaciones que sumen a Pedro en la desesperación. Retornan los fantasmas: su hijo, sus padres -de los que ni siquiera sabe si fueron enterrados en algún lugar-. Pedro se encuentra finalmente allí, donde empezó todo: en el taller de fotografía del viejo Fritz, el fotógrafo y también la memoria del pueblo. Allí donde alguna vez comenzó el horror que sigue habitando en las viejas imágenes que le devuelven las amarillentas fotografías. ¿Es posible perdonar?¿Es válido explicar y comprender? ¿Podemos alterar nuestra memoria? Las imágenes no mienten. Sobre todo aquellas que quedan marcadas a fuego en nuestro corazón.

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