El marido engañado

¿Porqué Moliere, en el siglo XXI, en plena globalización puede ser recomendado para los estudiantes del Polimodal y colegios secundarios? Desarrollar el pensamiento crítico de los adolescentes y poder poner en cuestión el medio socio-económico en el que se desarrollan es pensar en futuros con capacidad de discernir.

Moliere, a través de la ironía y la sátira "criticó las costumbres sin herir a las persona" (según frase de un personaje de Las divinas ridículas). No lo hizo por pedantería, sino por remordimiento, proclamándose el primer destinatario de sus denuncias permanentes. Generalmente el autor cómico no es un poeta, la gran virtud de Moliere no consiste en simplemente en hacer reír, en él confluye la depuración íntima e inteligente de elevar lo mediocre al regocijo de la sátira en una actitud intelectual en evidente desacuerdo con la sociedad dentro de la que vive, se apiada en definitiva de la que puede pretende su solidaria aquiescencia, procurando hacerla más porosa, más humana y digna: la vida y el espíritu importan más que el sentido reverencial de las sociales categorías.

A pesar de ser un clásico puede verse hoy con gran interés y sentirse actual y moderno, porque lo que él se propuso no fue "hacer reír" a los conformistas, sino dinamizar a los disconformes, estimular a los descontentos, justificar a quienes como él no estaban de acuerdo con que vivir fuese acatar.

Pensaba Moliere que "todo el que no vive en plena exigencia, en constante deseo de superación personal, no es un hombre a pesar de cualquier apariencia." Se esforzaba en que sus divertimentos y sus espectadores no se convirtiesen en esclavos de costumbres o inercias anuladoras: "no quiere que los hombres a quienes se dirige vivan en el enajenamiento social, resignados". (El burgués gentilhombre), le interesa el ataque frontal de lo falso. (El médico a palos).

Con sus retratos parecidos y generales no se desprenden consejos, sino antihéroes que a la manera de espejos deformables recuerdan al espectador la grandeza de lo heroico de los valores auténticos de la dimensión humana cumplidos con suficiente nobleza. La modestia aparente de la trama molieresca por un lado y la fuerza cómica en una capacidad de síntesis curiosísima, hacen de la falsedad personajes cómicos de total frescura y naturalidad, la jovialidad como esplendor cautivante y no simple destello decorativo, la crítica a las costumbres sociales se convierten en material teatral, una propuesta escénica (al decir de Moliere: de salud y nobleza) de la farsa en "JORGE DANDIN, EL MARIDO ENGAÑADO".

En definitiva Moliere se ríe de las personas que confían al falso estilo social lo que depende del esfuerzo y mejoramientos personales. Combate la pedantería, el engreimiento. No hay en Moliere sectarismo ni limitación ideológica está por encima de lo que nos ha conducido históricamente a que el que no piensa como nosotros es nuestro enemigo.

Ernesto Michel - Director

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