Del Gallo Cantor. Cantata

Artistas: Cuarteto Cedrón y La Lija

En 1972, después de los hechos de Trelew, Juan Cedrón compuso “Del Gallo Cantor. Cantata”, una obra sobre poesías de Juan Gelman. Los cuatro temas que componen la cantata evocaban el asesinato de 16 compañeros que habían logrado fugarse del penal de Rawson pero también el deseo compartido, antes y después de Trelew, de lograr “la igualdad y la justicia en vida”. La Cantata fue llevada a Trelew con la idea de generar atención y evitar que hubiera otros asesinatos. El Cuarteto Cedrón, entonces compuesto por Juan Cedrón (guitarra y voz), Miguel Praino (viola), César Stroscio (bandoneón) y Jorge Sarraute (contrabajo), la interpretó ahí y en Buenos Aires.

Al poco tiempo, los músicos viajaron a Francia y grabaron la obra. Volvieron. Se fueron otra vez en 1974 con la idea de volver algunos meses más tarde. No fue así. Tata Cedrón tardó treinta años en radicarse en la Argentina. Entre las cosas que los músicos se llevaron: la Cantata. Fue a través de esa obra que el público francés descubrió al Cuarteto. Pero no solamente al Cuarteto sino –a través suyo– toda una historia latinoamericana ya que la Cantata fue cantada en escenarios donde confluía la emoción y la sensibilidad de distintos pueblos en lucha. Entre esos escenarios, el de la “Fête de l’Humanité”, organizada todos los años por el Partido Comunista francés, que permite el encuentro de distintas tradiciones políticas en torno a ideales comunes. En septiembre de 1973, fue también en torno a la Cantata del Gallo Cantor que el pueblo francés se reunió para denunciar el golpe de Estado ocurrido en Chile.

De un escenario al otro, la Cantata pasó a ser en Francia, para varias generaciones de auditores, una obra de culto, de la que Paco Ibañez dijo alguna vez que era un “chef d’œuvre”, una obra maestra. Pero a su vez, y en paralelo, una obra ausente en Argentina. Desarraigada. Silenciada. Privada del público para quien, originalmente, había sido compuesta.

No fue obra de los músicos, ni menos de alguna compañía discográfica, el hecho de que a pesar de las dificultades, el disco editado en Francia (primero el LP, luego el cassette y el CD) bajo el nombre “Du Chant du Coq. Cantate” circulara en Argentina. Pero así fue: la Cantata circuló. La trajeron los oyentes, el público del Cuarteto Cedrón, gracias a un amigo o a un amigo de amigo que había podido viajar. En algunas casas, la obra volvió a escucharse y cuando, por el paso del tiempo, ya no se escuchó más, los discos quedaron ahí y sucedió que, muchos años después, otros los encontraron. Los hijos, tal vez los nietos, de esos amigos. Ese circuito logró el encuentro de una muy joven generación con una parte de su historia poética, política y musical. A ese circuito amoroso y clandestino le debemos la restitución de la obra hoy día. No su mera reposición: su restitución al público argentino.

A iniciativa de La Lija, grupo de jóvenes músicos, se remonta hoy, junto al Cuarteto Cedrón y a más de cuarenta años de su creación, la Cantata del Gallo Cantor.

1 Histórico de funciones