Señor Puta

La calle de madrugada es un mapa de sombras.
Contornos físicos. Un dominio de cuerpos impensables, abyectos, invisibles.
Donde no importan los sexos ni el sexo.
¿Qué es lo que te da miedo?

Sólo es el carnaval solitario de una muchacha equipada de poronga y de un hombre sin aparato.
Que bailan porque tienen bosta de perro cocida a los pies.
Que cantan porque una guitarra suena a Libertango.
Que pelean porque no hay clientes, ni para el puchero.
Que se aman porque ya se gastaron los tacos en la calle intentando robarse los machos.
¿Qué te da risa?

Sólo son Romeo y Julieta en su baile de máscaras.
Que bailan, cantan, pelean y se aman.
Y gritan.
Porque existe el derecho al grito.
Grito puro, sin pedir limosna.

Señor Puta
(Todos somos carne en venta)


Descripción de la Obra


Señor puta no es la historia en primera persona de dos prostitutas; antes bien, es una puesta en duda de nuestra mirada sobre el trabajo sexual. Alejada de puntos de vista caritativos, morales y victimizantes, esta obra es una creación colectiva, un intento teatral por estallar los márgenes de nuestras ideas sobre la prostitución.

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