Como si fuera un crimen

Un encuentro casual entre un hombre y una mujer, un domingo por la tarde, seguido de una invitación.

Eugenio Karl, un hombre separado, sale de paseo con el presentimiento de que una extraña aventura lo está esperando. Leonilda, la esposa de su mejor amigo se encuentra con él y lo invita a su casa a tomar el té, una excusa para estar a solas. Eugenio asume que la mujer lo desea e intentará acostarse con él, lo cual despierta su curiosidad y acepta.

En la intimidad se ponen en juego las posiciones de cada uno, se revelan el hombre y la mujer más allá del vínculo amable que los une, aparición enlazada con las pertenencias de clase social. Esta duplicidad despierta una serie de planteos y reflexiones en Eugenio, juez y parte de dicha situación, quien intentará dominarse y a su vez explorar los alcances de dicho encuentro.

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