El club de las bataclanas

La historia transcurre en una casa de citas. Cada una de las "Flores" que se presentan pretende devolverle al Club su esplendor perdido, destacando un punto de interés del mismo, mostrando sus propias cualidades artísticas y amatorias. La gestión se realiza por sugerencia de una licenciada en marqueting. Los seis personajes recorren distintas historias narradas en un tono de humor grotesco. Seis momentos del amor, la decadencia, la ilusión, la pasión, la ambición y la amistad.

Mónica Cabrera (también directora de la obra y sorprendente autora) se vale del humor y del perfil delirante de sus personajes para encarar temas o problemáticas muchas veces amargas y en general nada complacientes.-el público estalla en carcajadas con los gestos gallináceos de Coral (una antigua corista que solo utiliza palabras que empiecen con co), pero también festeja el demoledor discurso de Violeta, una fanática que se dedica a promover el amor posesivo. Más allá de sus excesos y delirios, el personaje logra resumir en sí mismo aquellos universales de la relación amorosa que ya el propio Freud se encargó de incluir en sus estudios.

Amapola es la que recibe al público en medio de exasperantes reflexiones sobre la vejez, la decadencia moral y las rivalidades que surgen en el escenario. Su contrapartida es Alhelí, una simpática ex bataclana, hoy abuela, que se las ingenia para sacarle el jugo a una hot-line y seguir ocupándose de su familia. Su versión porno de un conocido tema infantil ofrece uno de los momentos más desopilantes de la obra. Hortensia, en cambio, es una parsimoniosa dama con un crimen en su haber, que dice haber amado al líder radical Leandro N. Alem, pese a ser considerado "aburrido".

1 Videos
21 Histórico de funciones
3 Notas en los medios
1 Notas relacionadas