Querido Ibsen: Soy Nora

En Querido Ibsen: soy Nora, Griselda Gambaro mueve una vez más el tablero del consenso teatral: hace del autor un comediante de sí mismo y del personaje una identidad de autoría. ¿Cómo lleva a cabo esta operación de inversión y desplazamiento? Poniendo a Henrik Ibsen en escena justo en el tiempo mítico en que escribe Casa de muñecas. En la subversión que practica Gambaro, Henrik tiene que vérselas con Nora Helmer, personaje principal de la obra, y negociar con ella sus dichos y acciones.


Querido Ibsen: soy Nora muestra un teatro de la identidad como negociación de las posibilidades de un sujeto culturalmente atrapado; y hace del litigio por la autoría una condición de posibilidad de la emancipación subjetiva.

2 Videos
4 Histórico de funciones
1 Notas en los medios