El petiso orejudo

OBRA GANADORA DEL I FESTIVAL NACIONAL DE TEATRO DE LUJAN

PREMIO A PABLO JUAN " MEJOR ACTOR DRAMATICO"

PREMIO A:

" MEJOR DISEÑO ESCENOGRAFICO"

" MEJOR PUESTA EN ESCENICA"

" MEJOR DIRECCIÓN"

PREMIO A

" MEJOR OBRA DEL I FESTIVAL NACIONAL DE TEATRO DE LUJAN 2013"

*****Premios Luisa Vehil 2015 a Enrique Cabaud como mejor actor de reparto.*****


Basada en la historia del primer asesino serial de la Argentina, “El Petiso Orejudo” recorre la leyenda de este asesino de menores cuya vida termina en la violenta cárcel de Ushuaia, allá, en el fin del mundo.

La historia

Entre algunos intentos de asesinato y otras muertes, el caso de mayor repercusión fue el de Jesualdo Giordano, en el barrio de Parque Patricios. Con tan solo tres años, el menor encontró la muerte tras ser golpeado y estrangulado por Cayetano Santos Godino, alias el Petiso Orejudo quien, no conforme con ello, le atravesó la cabeza con un clavo.

Del procesado informaban los médicos que era un alienado mental, degenerado hereditario, en quien primaban los instintos de la vida animal. También decían que su caso se veía agravado por el abandono social del cual fue víctima durante toda su vida, aunque tampoco estaba en condiciones psíquicas para quedar en libertad.

Nacido el 31 de octubre de 1896 en la ciudad de Buenos Aires, el petiso orejudo tuvo una infancia no menos violenta bajo el cargo de un padre golpeador y alcohólico. Quedó detenido a los 15 años siendo acusado de 4 muertes, 7 intentos de asesinato y el incendio de 7 edificios. Estando preso en la cárcel de Ushuaia murió el 15 de noviembre de 1944 por causas dudosas.

Principales críticas a la obra

[...] "En la inquietante tarea de interpretar a este hombre enfermo y sin compasión, Pablo Juan ofrece la mejor versión. Desde la caracterización que incluyen las grandes orejas y un cuerpo pequeño y débil hasta la mirada frágil, siempre a punto de quebrarse, un modo de hablar inocente (al fin y al cabo era un chico más) y una oscuridad que lo desborda, como si se le saliera del cuerpo. [...] Mercedes Mendez / La Nación

“El mayor mérito de Pablo Juan, en la piel del asesino, es internarse en la criatura que encarna sin juzgarla. Poner al descubierto algo de lo humano del personaje, que si bien no lo justifica, contribuye a organizar el relato desde otro punto de vista”. Osvaldo Quiroga, TV Pública / Télam.

“El Petiso Orejudo es de esas obras que, sin hacer mención explícita al presente, hablan de él. (…) hace una fuerte crítica al sistema carcelario, logrando que (…) el espectador salga del teatro repensando debates tan actuales como la baja de imputabilidad, el lugar de la (in)justicia y la verdadera función de las prisiones” Paula Sabatés, Página 12.

“(…) El sobresaliente mimetismo de Pablo Juan concibió un petiso conmovedor y motivado, con todos los arrebatos de su tenebrosa psiquis brillantemente expuestas al desnudo. A su lado se lucen Marcelita Chiesa y Facundo Blanc cumpliendo minuciosamente las inspiradas consignas directivas de Adrián Cardoso”, Norma Dumas, Rev. XXIII.

“(…) Adrián Cardoso parece haber interpretado con sensibilidad e inteligencia las fortalezas del texto. (…) Las interpretaciones actorales logran alcanzar una hondura emocional notable. La extraordinaria interpretación de Pablo Juan, en la piel de El Petiso Orejudo (…) estremece y conmueve de principio a fin”. Carolina Amoroso, A Sala llena.

El director propone con audacia y perfección una lectura diferente de los hechos ocurridos. Aquí, el mal no se conjura ni se justifica, se lo asume y se lo “interioriza”. Víctimas y victimarios comparten la escena y el calvario y esa dualidad de la vida se debate en el pensamiento. (…) Pablo Juan compone con maestría el personaje de Godino(...) Su estremecedora entrega nos permite atravesar esa delgada línea que a veces se cierne entre la misericordia y el castigo (…) Enrique Cabaud muestra destreza y calidad en sus múltiples interpretaciones (…) Basia Fiedorowicz recorre con sutileza y con carácter un camino similar. (…) excelente obra que encierra más de una reflexión, alguna quizás a destiempo, no por ello menos válida y necesaria. Cynthia Ramírez Chagra, Leedor.com

"... Con un gran comienzo intenso la obra nunca se detiene y hace que las palpitaciones se incrementen. Luego empieza el debate moral. No olvidemos que son diálogos de pericias. Y sin duda Pablo Juan personifica con genialidad al Petiso Orejudo. El espectador puede irse con el debate intelectual y moral que plantea la obra, o bien también puede llevarse el don artístico de Juan, que no duda en meterse dentro de un personaje y dentro de un cuerpo donde absolutamente nadie quisiera estar jamás". Federico Frisach, Tango Diario

"El Petiso Orejudo […] Todas sus características, encarnadas por Pablo Juan, logran estremecer y generar debate en el espectador. El dolor de víctimas y victimarios se confunde al calor de la brutalidad del sistema que juzga, pero no resuelve. Julieta Bilik, Revista Llegás

“Una obra cruda, fuerte y reflexiva, sobre la maldad humana (…) que tiene sus mayores logros en las actuaciones de los protagonistas y en los climas generados en escena”; Emiliano Basile, EL AURA CULTURAL

“El Petiso Orejudo es (…) un trazo impresionista de una mente criminal que a cien años todavía nos espanta y nos llena de preguntas. Solo nos queda esta puesta en escena febril, desgarradora, patética y recomendable”; Florencia Miranda, EL CIRCUITO DE TEATRO

“(…) El Petiso Orejudo que encarna Pablo Juan conmueve e indigna. Felicitaciones para el director, Adrián Cardoso, el autor, Julio Ordano, y el Teatro IFT, que ponen al alcance del público una obra de esta jerarquía, interpretada por actores de raza”;María González Rouco, COLECTIVIDADES ARGENTINAS

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