La oveja abandonada

Tercera temporada

"Recuerdo mi niñez como si fuese una vida entera. Por mucho tiempo viví atormentado por el asfixiante ambiente de pueblo. Recuerdo que me detenía frente a la puerta de mi casa y miraba hacia los laterales: de un lado, un callejón que culminaba rápidamente en la aridez del monte y del otro se repetía una y otra vez la misma imagen. Debo agregar que en mi pueblo, se mirara por donde se mirara, se topaba uno con la religión que dominaba con fuerza la conducta de los habitantes. La virgencita se aparecía hasta en la servilleta. No era una simple mancha de salsa tomate. Era la perfecta silueta de María ascendiendo a los cielos y perpetuándose en el repasador, a modo de milagro. En fin, un pueblo encerrado en sí mismo, en su eterna chismografía y su trama de deseos frustrados."