El perro pequinés

El nostálgico ghetto del Once en el 59. La sastrería familiar de Marcos atesora el dominó con Dvorkin por la tardes, el alargue de mangas y las hechuras para los paisanos del barrio, el radioteatro Palmolive del aire y la silenciosa viudez. Rifke, su enamorada cuñada, espera peras del olmo. Relojeada por otro, confundida y necesitada de amoríos, ve pasar la vida hilvanando solapas. La pasión tanguera de Iosi, el mayor de los hijos que se aleja del oficio para concursar en la radio. Judith la rumbosa hija adolescente adobada de amoríos con el almacenero goy y la aparición de Limansky prometiéndole amor eterno a Rifke revuelven el avispero y cambian la calma chicha por desconfianza y temor. ¡Shalom don Marcos!

1 Histórico de funciones
4 Notas en los medios