No yo

Estreno en Argentina por el grupo Laferrere se Artaud

" Pero lo que a mi me interesaba, rey sin súbditos, aquello de lo que la disposición de mi osamenta no era sino el más lejano y fútil reflejo, era la supinación cerebral, el adormecimiento de la idea de yo y de la idea de ese pequeño residuo de bagatelas venenosas a las que llaman no-yo, e incluso el mundo, por pereza"

Samuel Beckett (Primer Amor, Relato)

En el texto de Samuel Beckett, la protagonista de la obra es una boca, es lo único visible, lo único que se escucha. Una silueta en primer plano, el oyente, hace un movimiento de brazos, en un gesto de desvalida compasión, luego de que, una y otra vez, Boca reitera el texto: -¿Qué?... ¿Quién?... ¡No!.. ¡Ella!-

"No-yo" no tiene tiempo, nudo, principio, ni desenlace. Es la voz de un pensamiento o de un recuerdo, el del personaje Boca, quien constantemente habla de si misma, sin control y en tercera persona. Instala un supuesto presente - nada para destacar hasta llegando los sesenta... ¿qué?... ¿setenta?..¡Dios Santo! -. Desde este punto rememora, pero no como quien narra, sino como la manifestación desordenada y caótica de su propio pensamiento, en, siguiendo las palabras de Beckett "ese estado de no estar del todo allí".

El límite del cuerpo es presentado como la imposibilidad de percibir de manera segura el mundo exterior, es decir los otros. Lo que dice no determina ningún conocimiento de su entorno ni de su propia identidad. La función del lenguaje se transforma en una manera de durar.

El planteo de la puesta, encarado desde un teatro físico, es tomar al cuerpo como títere, el cuerpo disociado. Hay momentos en que un sector del cuerpo es manipulado por otro sector, como si la actriz fuera títere o titiritera de sí misma; instantes en los que una actriz manipula a otra, y otros en los que las tres son manipuladas por diversos estímulos lumínicos y/o sonoros que reciben desde el afuera. El cuerpo es observado a través de un microscopio. Un cuerpo desnaturalizado, un cuerpo roto, un cuerpo diseccionado.

Con una escenografía simple, un cubo de madera negro, sobre una plataforma de madera del mismo tono, en un espacio oscuro. Apenas una base sobre la cual las actrices se sientan, posan, se paran, circundan, enuncian, palpitan. La iluminación es puntual, íntima, detallista. Los cuerpos aparecen recortados en el vacío, ocultando tras la oscuridad las paredes de la sala, buscando generar la sensación de infinito o de "no lugar", puesto que la obra sucede, siguiendo las palabras de S. Beckett, en el cráneo de la protagonista

"Entendemos a esa Boca que habla sin detenerse desde la oscuridad, como una frontera entre el yo y el "no-yo", es decir, los otros, el mundo, el afuera. En nuestra puesta, tres actrices juntas componen tres aspectos del mismo personaje -niña, adulta y anciana- apareciendo como las imágenes fragmentadas de sí, dentro del cráneo de la Boca. Las tres edades juntas en ese instante que es un alpeh de tiempo. Todo parte de Boca y vuelve a Boca. La silueta, el oyente, funciona como una síntesis moderna del coro griego, es el que opina, el que nos recuerda nuestra propia mirada, además de convertirse en una titiritera de Boca a través de la luz. Estos cuerpos fragmentados son títeres que dan cuenta de la memoria quebrada de Boca, de su alienación en el vacío de la existencia"

Pablo Vascello

"Si lo peor es el nacimiento, el futuro es visto como regreso, como des-vivir lo vivido, hasta llegar a un utópico des-nacer. Cuántos personajes beckettianos se ajustan a esa observación de Jung, sobre uno de sus pacientes, cuando dijo, aproximadamente: Ahora comprendo, lo que estaba pasando es que nunca había nacido. Esto impresionó profundamente a Beckett, cuando lo escuchó en la Tavistock Clinic..."

Laura Cerrato, (Génesis de la Poética de Samuel Beckett)

1 Videos
1 Histórico de funciones