Las sin rival

Mar del plata. Nacen tres niñas bajo la tormenta que asoló las toscas de cabo corrientes durante un tiempo. Son recogidas por barcos pescadores, criadas por las gaviotas que habitan las piedras y se le animan al oleaje embravecido, bautizadas con el último rumor que desbordó las ramblas en el invierno atlántico; Carmelina, Antonia la Quinta y Ángela mueren en un momento de 1900, las tres. Hay laureles. La ciudad queda nublada para siempre.

La leyenda dice que sus vidas reales comienzan con el último suspiro, ese, el que dio con sus decesos.

El cuerpo insiste deshecho en tres voces, rehecho en tres veces un desborde burlón de la niña solitaria que perdura y se proyecta al mundo como un berrinche permanente, caprichoso.

1 Histórico de funciones