Diario de un loco

Ausencio Ivanovitch trabaja como funcionario de última categoría en un departamento ministerial en la Rusia de mediados del siglo XIX, sacando punta a las plumas del director. El no poder ser ni tener lo que más desea lo llevan a refugiarse en la locura como único escape de su monótona, miserable y solitaria vida. “Diario de un loco” es la mueca burlesca de un sarcasmo arrollador y desenfrenado, que a medida que avanza se torna oscuro, melancólico y agobiante, para transfigurarse en rictus de dolor y espanto. Risa y pavor, sátira, parloteo absurdo y delirante, alucinaciones, saltos y piruetas de soñador desatado devienen en nota disonante, en un rostro desencajado y en una incontenible sensación de impotencia y dolor. Sólo la mirada de un loco puede transformar en arte la locura reinante, que todos viven como la más común de las realidades.
2 Histórico de funciones