Jueves, 01 de Enero de 2015
Lunes, 16 de Octubre de 2000

El sueño y la vigilia

Dos artistas esperan vigilantes la hora de su muerte en un asilo para actores. El amor los sorprende en el límite de sus vidas. Este encuentro es el disparador para hablar de la vejez, de la soledad, de la vida, de lo trascendente, de lo eterno. Ella, bailarina retirada, parece haber atravesado los tiempos. “Yo vivo porque no quiero morir” nos aclara. Entre lo real y lo irreal asegura haber conocido a Shakespeare y a Cornelio Saavedra entre otros. Quizá la obra se vuelva un poco pretenciosa en el largo transcurrir de las escenas. Un poco de economía hubiera beneficiado a la totalidad de la propuesta. Todo sucede en la habitación de la ex - diva. Los encuentros entre ambos están separados por el sueño y la vigilia de ella. Detrás de unas bambalinas de fino liencillo se proyectan imágenes obvias que pretenden graficar el sueño de la actriz. También aparece Rey Lear encarnado por su vecino de cuarto mientras una voz off recita fragmentos de esta obra de Shakespeare. Después de cada sueño convoca nuevamente a su compañero para contarle las pesadillas y leer juntos los mismos fragmentos que se escucharon antes. Estas situaciones, lejos de sugerir sutilmente, ilustran. La insistencia de este recurso “onírico” lo vuelve ingenuo. La autorreferencialidad del texto, escrito por el propio Gené, es inevitable: Verónica Oddó, bailarina y actriz ostenta los mismo roles en la ficción. Juan Carlos Gené es Saavedra, un viejo director de teatro especializado en Shakespeare. Ambos entrados en edad. Por un instante tengo la sensación de ver en la obra un homenaje mutuo que se hace esta pareja de creadores. Parecería que en esta obra encontraran la forma de expresarse el amor y la felicidad que les provoca estar juntos en esta etapa de sus vidas. En esta obra el autor aborda la existencia desde un terreno fantástico donde todo es posible incluso vencer la muerte. Pero, paradójicamente, la obra termina con ella. Muerte imposible de evitar salvo con un “gesto” artístico. ¿Por qué no? El Sueño y la Vigilia, una obra que quiere hablar de la esperanza.
Publicado en: Críticas

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