GUSTAVO MONASTRA canta
dos fragmentos de OTELLO de
GIUSEPPE VERDI.
Grabación: 28.XII.2016
¡Exultad!
El orgullo musulmán fue sepultado en el mar.
¡Nuestra y del cielo es la Gloria!
¡Después de las armas, los venció el huracán!
Dios, me podrías haber arrojado todos los males de la misera,
de la verguenza.
Hacer de mis vanos trofeos triunfales, escombros,
una mentira.
Y habría llevado la cruz cruel de angustias y verguenzas
con calma frente, y resignado a la voluntad del cielo.
Pero, ¡oh, llanto!, ¡oh, dolor!
me quitaron la ilusión con la que reía y mi alma calmaba.
Se apagó ese sol, esa sonrisa, ese beso que me hace vivo,
que me hace feliz.
¿Tú, también, Clemencia, piadoso genio inmortal
de rosado rostro,
cubres tu rostro santo con la horrible máscara infernal?
¡Ah, maldición! ¡Que primero confiese su delito!
¡Y que luego muera! ¡Confesión! ¡Confesión!
¡La prueba! ¡Allí! ¡Cielos! ¡Oh, júbilo!
dos fragmentos de OTELLO de
GIUSEPPE VERDI.
Grabación: 28.XII.2016
¡Exultad!
El orgullo musulmán fue sepultado en el mar.
¡Nuestra y del cielo es la Gloria!
¡Después de las armas, los venció el huracán!
Dios, me podrías haber arrojado todos los males de la misera,
de la verguenza.
Hacer de mis vanos trofeos triunfales, escombros,
una mentira.
Y habría llevado la cruz cruel de angustias y verguenzas
con calma frente, y resignado a la voluntad del cielo.
Pero, ¡oh, llanto!, ¡oh, dolor!
me quitaron la ilusión con la que reía y mi alma calmaba.
Se apagó ese sol, esa sonrisa, ese beso que me hace vivo,
que me hace feliz.
¿Tú, también, Clemencia, piadoso genio inmortal
de rosado rostro,
cubres tu rostro santo con la horrible máscara infernal?
¡Ah, maldición! ¡Que primero confiese su delito!
¡Y que luego muera! ¡Confesión! ¡Confesión!
¡La prueba! ¡Allí! ¡Cielos! ¡Oh, júbilo!
