Actúan: Nicolas Alonso, Alejandro Genes, Sandro Nunziatta
Dirección de actores: Paula Etchebehere
Dirección: Natalia Geci
CONCEPTO Y DESARROLLO
La idea de la caja surgió de explorar la integración del actor, la escenografía
y el vestuario de forma extrema. La propuesta consiste
en que los tres componentes sean indistintos, una misma cosa: el
dispositivo escenográfico no se distingue del cuerpo del actor.
La caja se caracteriza sobre todo por la simplicidad y la magia en
las transformaciones que experimenta a lo largo de la obra. De
esta manera, las escenas se van moldeando unas a otras como
si fueran una animación en plastilina. El lenguaje de la obra es puramente
onírico, por lo que la sucesión de escenas tiene la lógica y
la gramática de los sueños.
Los cambios de escala entran en juego y la caja pasa, por ejemplo,
de ser un pulmón que respira, a ser un océano; de ser una casa
a ser un cielo infinito. Asimismo, la luz la enciende y la tiñe por
dentro y por fuera incorporando color y sombra.
En ausencia de texto, el sonido conduce a los diferentes climas y
determina los espacios de tiempo que en la caja transcurren. La
música aparece como un refuerzo conceptual y envuelve al público
haciéndolo partícipe.
La caja, contenedora de una personalidad, funciona como una dimensión
metafórica del inconciente del personaje donde se encuentran
sus miedos y sus traumas, sus recuerdos, sus fantasías y alegrías..
Los actores dentro del dispositivo son dos y representan las distintas
caras de un sólo personaje desdoblado en el Ego (Él) y su Sombra.
A través de flashacks el espectador es testigo de la infancia de
Él, en la que la Sombra encarna los demonios que lo acechan, y
los dictámenes represores y autodestructivos. Así, la Sombra es
un reflejo subjetivo en el espejo, la imagen materna, o miles de
rostros prisioneros en este refugio psíquico.
El motor que mueve la obra es el conflicto entre Él y su Sombra:
se persiguen, se pelean, se buscan, y se rechazan hasta el final
cuando se vislumbra una posibilidad de escape para Él, que finalmente
se muestra ilusoria.
Dirección de actores: Paula Etchebehere
Dirección: Natalia Geci
CONCEPTO Y DESARROLLO
La idea de la caja surgió de explorar la integración del actor, la escenografía
y el vestuario de forma extrema. La propuesta consiste
en que los tres componentes sean indistintos, una misma cosa: el
dispositivo escenográfico no se distingue del cuerpo del actor.
La caja se caracteriza sobre todo por la simplicidad y la magia en
las transformaciones que experimenta a lo largo de la obra. De
esta manera, las escenas se van moldeando unas a otras como
si fueran una animación en plastilina. El lenguaje de la obra es puramente
onírico, por lo que la sucesión de escenas tiene la lógica y
la gramática de los sueños.
Los cambios de escala entran en juego y la caja pasa, por ejemplo,
de ser un pulmón que respira, a ser un océano; de ser una casa
a ser un cielo infinito. Asimismo, la luz la enciende y la tiñe por
dentro y por fuera incorporando color y sombra.
En ausencia de texto, el sonido conduce a los diferentes climas y
determina los espacios de tiempo que en la caja transcurren. La
música aparece como un refuerzo conceptual y envuelve al público
haciéndolo partícipe.
La caja, contenedora de una personalidad, funciona como una dimensión
metafórica del inconciente del personaje donde se encuentran
sus miedos y sus traumas, sus recuerdos, sus fantasías y alegrías..
Los actores dentro del dispositivo son dos y representan las distintas
caras de un sólo personaje desdoblado en el Ego (Él) y su Sombra.
A través de flashacks el espectador es testigo de la infancia de
Él, en la que la Sombra encarna los demonios que lo acechan, y
los dictámenes represores y autodestructivos. Así, la Sombra es
un reflejo subjetivo en el espejo, la imagen materna, o miles de
rostros prisioneros en este refugio psíquico.
El motor que mueve la obra es el conflicto entre Él y su Sombra:
se persiguen, se pelean, se buscan, y se rechazan hasta el final
cuando se vislumbra una posibilidad de escape para Él, que finalmente
se muestra ilusoria.
