11/11/2007 18:17 Ricardo E 37 Presentar una obra en la zona de Boedo constituye un desafío. La cercanía de Timbre 4 a pocos metros es una referencia inevitable. Y este grupo teatral que dirige Claudio Pazos en Boedo XXI toma la "obra por las astas".
Acercarse a Boedo al 800, con su vereda llena de mesas y gente, el café centenario en la esquina, gran cantidad de vecinos tomando (un copetín?) nos remite a otra época. Se sube hasta el primer piso. En las paredes posters del teatro de otras dècadas, cuando Boedo brillaba aún más. En un programa de los 40, aparece la actuación de la joven y prometedora Eva Duarte. En el hall centenario del teatro hay más personas esperando. Poca luz. No lo sabemos, pero ya estamos formando parte de la obra.
Una puerta doble se va a abrir, y una pareja (extraña?) nos va a invitar a pasar a un gran salón, tipo comedor, nos vamos a sentar en círculo, y nos van a convidar con té.
Ya estamos dentro de ellos, dentro del espectáculo, participantes del drama, testigos involuntarios.
Los hermanos que interpretan Verónica Valle y Guillermo Rovira nos necesitan. No tienen otros con quienes desplegar (desparramar) sus miserias.
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