28/10/2007 00:28 Dario 42 Lo que está en juego es la misma libertad.
Dos asesinos que desconocen a su jefe (ley numero 1 del hampa: ejecutar las órdenes, ser pagado por ello y jamás preguntar quien ordenó eso).
Solo que en este caso empiezan a sospechar.
De la comida.
De los recuerdos.
Del Jefe (si, con mayúsculas!)
Del tiempo (todo tiempo pasado parece haber sido mejor... quizás ambos apuesten al eterno retorno...)
Cuando salí de la función (agradecido por la puesta, en realidad, por todo) pensé:
-pero estos tipos jamás tienen vacaciones... apenas conocen el sol, rien poco o nada...
Se me ocurre algo (punto de vista personal): toda la obra es una hipérbole acerca de la piedad.
O su completa ausencia.
pd: Excelente versión de la obra de Pinter.
Ambos actores, cual mejor. Y la escena de las luces prendidas y apagadas... excelente elección de la música.
28/10/2007 00:28
