30/07/2007 21:44 Luis Uno conoce y respeta el nombre de Daulte y se acerca a ver este nuevo trabajo con un amplio horizonte de expectativas que, lamentablemente, no llega a cubirse nunca. Es más, uno se queda con hambre - no hay nada que alimente o interese en escena - o con bronca. ¿Pretende esta obra ser algo destinado al público adolescente más ingenuo? Por favor, que lo adviertan entonces.
La dramaturgia es decepcionante. La sutileza brilla por su ausencia, el modo en el que el espectador recibe la información sobre cada personaje no puede ser más obvia. Grosera, por momentos. Las actuaciones se sostienen a duras penas y cuesta creer que el director los haya mandado al frente con una construcción tan superficial y estereotipada.
Le sobra una buena media hora que, tal vez, se hubiera resuelto restándole apagones al montaje, recurso paupérrimo del que abusan hasta el aburrimiento como solución del todo prescindible para manejar el paso del tiempo en escena. El espectador termina cansado y aburridísimo de tanto efecto predecible. Y el final... Por favor, un poco de respeto por el público.
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