Opiniones sobre 4 Jinetes Apocalípticos

  • 19/07/2006 15:07
    Alicia
    Es un espectáculo imperdible. Un guión excelente y una interpretación que te hace estremecer. Dayub muestra una profundidad y una versatilidad increíbles.
  • 05/07/2006 13:26
    Karina 2
    Impresionante despliegue protagónico de Dayub!!!, muy buena obra, se desarrolla con todo el filoso "humor" de feinmann que una vez mas nos deja tras cada monòlogo una sonrisa que es pura mueca , salimos abatidos, conmovidos, pensando y sintiendonos tambien jinetes apocalipiticos. A no perdersela!!! pocos autores/actores apuestan a desnudar nuestras complicidades en los dificiles tiempos que se corren, FELICITACIONES LO DISFRUTAMOS ENORMENTE
  • 04/07/2006 14:08
    Karina 2
    Impresionante despliegue protagónico de Dayub!!!, muy buena obra, se desarrolla con todo el filoso "humor" de Feinmann que una vez mas nos deja tras cada monòlogo con una sonrisa que es pura mueca , y salimos abatidos, conmovidos, pensando y sintiendonos tambien jinetes apocalipiticos. A no perdersela!!! pocos autores/actores apuestan a desnudar nuestras complicidades en los dificiles tiempos que se corren, FELICITACIONES LO DISFRUTAMOS ENORMENTE, (pd: la gente prefiere reirse, es extraño, todos me parecieron un poco ex militantes, recursos defensivos . . .)
  • 20/06/2006 11:51
    Euge 6
    mUY BUENO!!! 4 monologos muy bien realizados,
    la actuacion es muy buena .
    se recomienda para ir!! lindo lugar para comer picada tambien
  • 30/04/2006 19:15
    Confundido 28
    Las mejores obras por lo general se presentan en los espacios más escondidos de Buenos Aires. está en el buen espectador encontrar estos espacios y ver obras excelentes, y en este caso se trata de una obra de un buen hombre, Jose Pablo Feinmann. Con su humor ácido y esa mezcla de filosofía con las actitudes mas bajas del hombre componen esta imperdible pieza.

    No se pierdan de conocer la magia de Feinmann.

    es barato, dura poco, y su calidad es intachable. recomendada entonces hasta para los que se aburren en el teatro.
  • 17/04/2006 00:56
    Marta H 12
    Muy buena
    Cuatro jinetes que se ensamblan para constituir una escena apocalíptica; la marcha feroz de un capitalismo que devora a los hombres. El humanismo ha perdido al "sujeto".
    Como dice el autor -José Pablo Feinmann- en "La sangre derramada" (ensayo que contiene muchas de las claves de la obra), el nuevo logocentrismo ya no es Dios, ni la Historia progresando indefectiblemente hacia la igualdad de los hombres. El nuevo logocentrismo es el del Mercado. Y éste es impiadoso porque genera la exclusión y la violencia.
    El jinete primero: La peste: Un hombre ha logrado una casa, una familia y sobre todo, esto hay que subrayarlo, un revólver. El orden 'normal' y la propiedad están asegurados... Pero todo puede desquiciarse. En algún momento, un zapping furioso dirigido sobre la televisión le brinda la información que construirá su sistema de ideas. Así conformará su subjetividad. La realidad mediática es la única posible. Aunque la muerte concreta, haya encontrado un espacio, ahí, detrás del sillón de su propia casa.
    El jinete segundo: La muerte: Una reunión de antiguos compañeros de Facultad, que se encuentran después de muchos años. Militantes alguna vez... Bajo el influjo del alcohol e instalados ya en la cómoda posmodernidad conformista, recuerdan antiguas consignas políticas y las dicen. Las dicen bajo el nombre: 'Digamos boludeces'. Ese momento que, sí, es desopilante, también nos arruga el alma. Porque muchos de nosotros creímos en la posibilidad de tantas cosas... Por esas cosas otros murieron. Decimos entonces, como espectadores, nada más que para nosotros mismos: -¡Por favor, que alguien pare a estos miserables!- Al fin, algo sucede...
    El jinete tercero: El hambre: Los medios y su sistema de apropiación caníbal de las víctimas. Un maestro de actores, un creativo, un periodista y un Amo y... alguien más.
    Como este monólogo le hace guiños al relato policial no falta el mayordomo, ni el policía, ni tampoco una asociación con un cuento de Stanley Ellin. Es curioso como el mayordomo define su trabajo en el puro término de la Obediencia Debida. Está limpio. Hace el trabajo que le indican.
    El jinete cuarto: La guerra: Es el último, furiosamente gráfico. La voracidad del mundo de los negocios, la competencia, la asociación o la eliminación del otro. El personaje es un businessman, admirador de A. Smith, que se sitúa claramente en el lugar del opresor (hay una referencia implícita a la teoría de Feinmann de que ya no hay una ideología que ampare al explotado. Antes el trabajador era necesario, en un sistema injusto, sí, pero que dependía de él. Hoy está el excluido y nadie lo necesita. El vertiginoso juego del Capital hace su fiesta caníbal. Mientras, los aviones se dirigen a las Torres...
    Y todo esto en clave de humor. Ese humor feroz que sabe golpear.
    Un trabajo de Dayub tan excelente, que aun estando solo en escena, logra hacerte creer que con él hay otros actores, hombres y mujeres, dialogando. La dirección, impecable. Y el texto... ya sabemos como escribe Feinmann: acierto y precisión, humor y, sobre todo, agudeza de filósofo.
    Marta H. López