19/11/2007 12:45 Dario 42 Me la habían recomendado y por unas horas estuve en Rosario.
Aproveché la ocasión.
Violenta, pero pacífica, por momentos atrayente, si, asi podría describirla.
Sonidos guturales, como animales -o como muchos seres humanos que conocemos que se comunican a través de monosílabos y así durante horas-, poco o nada de dicción inteligible, vestuario -entre harapos y otras yerbas-, resortes mentales que se enajenan ante el mínimo roce, la (in)comprensión a flor de piel (literal), el autismo por comprender al otro, más, a si mismo. Y los deseos (latentes), casi siempre insatisfechos.
El desarrollo, el relato, el transcurrir de la obra, es erosivo.
Y cualquier parecido con la realidad no es casualidad, es por así decirlo, causalidad.
Porque se parece demasiado a muchos sentimientos que -pacientemente- están enquistados en nuestros padeceres. O placeres.
pd: para aquellos que no soporten los gritos humanos (recuerdo como soporté estoicamente "Sex según Mae West") y la música a todo volumen no se los aconsejo. Garantía de insatisfacción encontrarán.
La primera vez que veo al Director de la puesta, dirigiendo, ahí arriba del escenario...
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