25/09/2006 15:26 Dario G 9 El viernes último fui uno de los 27 privilegiados espectadores de esta obra fascinante. Y digo 27 (si conté bien) porque es ese el número de butacas que se disponen para cada función. Hace rato que no veo teatro de esta calidad. El clima ya se empieza a respirar al entrar a la sala. Tres personajes sugerentes, inquietantes. Un marco del cual no pueden salir. Cordones umbilicales que no se cortan. Miradas que hipnotizan. Voyeurismo al máximo. Perversión de tres personajes enmarañados en una telaraña.
Reacciones desopilantes. Relaciones enfermizas. Y un final...sencillamente extraordinario. Gracias.
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