Opiniones sobre Llegó Godot

  • 19/05/2018 08:58
    OSCAR A 17
    Sutil...poètica .."Llegò Godot" es un recreo atemporal al cual nos invita una brillante y genial Cristina Armada , quien nos lleva a transitar por sensaciones y emociones que en ocasiones parten hasta del silencio. Felicitaciones a Cristina Armada y al autor de la obra Roberto Cignoni por el magnìfico trabajo y el disfrute provocado , como asì tambièn al resto del equipo , y al teatro por el grato y màgico momento brindado.
  • 11/05/2018 01:23
    Mauricio S 5
    Vi muchas veces esta obra, demás está decir cuanto la disfruto cada vez que la veo. La actuación es exquisita, de un riesgo absoluto, que solo se permiten los artistas transgresores. Dirigida con maestría. El texto no tiene parangón, solo puede emerger del alma de Roberto Cignoni. ¡Gracias!
  • 06/05/2018 21:20
    Mariano T 18
    Hermosa, obra con un delicado trabajo de actuación y dirección.
    Una que hay que ver y disfrutar.

    Felicitaciones!
  • 05/05/2018 19:07
    Diego 604
    Recomiendo la obra. 10 puntos.
  • 08/05/2017 08:07
    Marisol
    A través de un guión y una actuación muy logrados trancurre la obra desde el tedio del sentido hacia una experiencia de la despalabra. Interesante
  • 30/04/2017 13:46
    Norma F
    Una mirada profunda del autor que toma cuerpo en el despojo escénico y nos revela a nosotros mismos. Excelente dirección y actuación.
  • 14/11/2016 23:35
    Daniel 3
    He presenciado la función del 13/11/2016, pero no he asistido a esa función ni a ninguna otra.
    Parece incongruente, pero no lo es. Para la señora Godot no hay Aeropuerto populoso donde arribar, no existe más “meeting point” que un arbolito solitario, ubicado en las antípodas de nuestras limitadas existencias. Estuve viendo danzar, cantar y murmurar a un espectro que nunca llegó, porque habita en el Olvido, y de tal modo, tal vez, también nos habite “desde” allí. La “memoria” es otra cosa, finita y humana, parcial y subjetiva. El Olvido en cambio lo comprende todo. Soy un habitante más de esta Post Data que pretende darse un orgulloso punto final cuando allá lejos, muy atrás, ha dado inicio con tres puntos suspensivos.
    Porque la trilogía “Sociedad”, “Política” y “Religión” son los potentes durmientes del riel infinito de las Redenciones.
    Y Godot es la sospecha teatral por antonomasia de cualquiera de las tres.
    Tres redenciones, tres puntos suspensivos, pero antedatados y en este caso otorgados, expuestos y recreados de modo absolutamente sobrehumano por una actuación de las más potentes que he visto nunca.
    Subyugación.
    Ectoplasma.
    Hay una función creadora aún en el vacío absoluto.
    He sido un espectador que puede decir orgulloso que, asistiendo, faltó a la cita.
    Ayer, 13/11/2016, habría llegado la Señora Godot a mi vida.
    Hoy ya no lo recuerdo, pero fui creado por ella, por obra y gracia de su desolada anticipación.
    Esas miradas incomparables que cabalgan la oscuridad en el haz de una linterna sólo pueden observar como él ilumina nuestras espaldas, mientras huimos de una cita esencial que no reconoce pacto que la haya establecido.
    Impresionante, terrible Obra de TEATRO.
    He tenido el privilegio de verla (pero de nunca haber asistido) para comprender la endeblez y la futilidad de los sinos que arrastran a la humanidad entera por la desolación.
    Gracias Cristina Armada y gracias Roberto Cignoni por dejarme extenuado acompañando a la Señora Godot con mi ausencia.
    He sido bautizado por ustedes, y como el resto del público, con los benditos óleos del ARTE TEATRAL.
    Imperdible.


    He presenciado la función del 13/11/2016, pero no he asistido a esa función ni a ninguna otra.
    Parece incongruente, pero no lo es. Para la señora Godot no hay Aeropuerto populoso donde arribar, no existe más “meeting point” que un arbolito solitario, ubicado en las antípodas de nuestras limitadas existencias. Estuve viendo danzar, cantar y murmurar a un espectro que nunca llegó, porque habita en el Olvido, y de tal modo, tal vez, también nos habite “desde” allí. La “memoria” es otra cosa, finita y humana, parcial y subjetiva. El Olvido en cambio lo comprende todo. Soy un habitante más de esta Post Data que pretende darse un orgulloso punto final cuando allá lejos, muy atrás, ha dado inicio con tres puntos suspensivos.
    Porque la trilogía “Sociedad”, “Política” y “Religión” son los potentes durmientes del riel infinito de las Redenciones.
    Y Godot es la sospecha teatral por antonomasia de cualquiera de las tres.
    Tres redenciones, tres puntos suspensivos, pero antedatados y en este caso otorgados, expuestos y recreados de modo absolutamente sobrehumano por una actuación de las más potentes que he visto nunca.
    Subyugación.
    Ectoplasma.
    Hay una función creadora aún en el vacío absoluto.
    He sido un espectador que puede decir orgulloso que, asistiendo, faltó a la cita.
    Ayer, 13/11/2016, habría llegado la Señora Godot a mi vida.
    Hoy ya no lo recuerdo, pero fui creado por ella, por obra y gracia de su desolada anticipación.
    Esas miradas incomparables que cabalgan la oscuridad en el haz de una linterna sólo pueden observar como él ilumina nuestras espaldas, mientras huimos de una cita esencial que no reconoce pacto que la haya establecido.
    Impresionante, terrible Obra de TEATRO.
    He tenido el privilegio de verla (pero de nunca haber asistido) para comprender la endeblez y la futilidad de los sinos que arrastran a la humanidad entera por la desolación.
    Gracias Cristina Armada y gracias Roberto Cignoni por dejarme extenuado acompañando a la Señora Godot con mi ausencia.
    He sido bautizado por ustedes, y como el resto del público, con los benditos óleos del ARTE TEATRAL.
    Imperdible.