06/09/2016 06:04 Ernesto 2 La tormenta de Santa Rosa, nos regala esta vez, un momento mágico, alegórico, un viento de teatro que nos roza la piel. Cerca de los personajes, uno puede hasta oler lo que va pasando. Una obra que se mezcla con los remolinos huracanados y que arrastra al público junto con la tierra, la nieve, la ropa mojada, el vapor, la desidia, la ironía, la pluma dramatúrgica y la contradicción constante de la vida. Todo se 'atormenta' con gran efectividad en Traslasierra. Una noche teatral para disfrutar. Imperdible!
Alejandro
05/09/2016 02:24 Ernesto 2 La pasamos muy bien. La obra tiene algo onírico, donde no importa tanto la trama como los estados que transmite, que son siempre intensos y tensos.
Me gustan las obras cómo estas, que te transportan y te sumergen en otra realidad, que mientras duran suspenden tu juicio y simplemente te afectan, y te dejan al final no como si hubieras visto algo sino como si lo hubieras vivido.
La actuación, cuando es lograda suspende el tiempo cronológico, cotidiano y te mete en el medio de la escena.
Gracias.
02/09/2016 13:20 Alejandro P 2 La tormenta de Santa Rosa, nos regala esta vez, un momento mágico, alegórico, un viento de teatro que nos roza la piel. Cerca de los personajes, uno puede hasta oler lo que va pasando. Una obra que se mezcla con los remolinos huracanados y que arrastra al público junto con la tierra, la nieve, la ropa mojada, el vapor, la desidia, la ironía, la pluma dramatúrgica y la contradicción constante de la vida. Todo se 'atormenta' con gran efectividad en Traslasierra. Una noche teatral para disfrutar. Imperdible!
21/08/2016 09:25 Adriana G 2 Traslasierra
Dramaturgia y dirección de Gabriel Cosoy.
Inmersa en un universo lorquiano acriollado de mujeres sin amor, la obra transcurre en un día de tormenta bíblica. En un pueblo aislado, dos hermanas con su madre esperan la solución a sus vidas por parte del padre que fue a buscarla a Francia. Sólo llega al sur de España y ahí se le ocurre la “alternativa burguesa” como solución a los problemas de su familia: casarse con una andaluza rica.
Toda la trama se va desarrollando en un contexto de exquisita ironía y un manejo preciso del absurdo, ya que se trata de una familia que cree en el “ateísmo” y en el “internacionalismo” -conceptos que componen el imaginario estereotipado sobre las ideas anarquistas- pero están convencidos que fueron víctimas de una conspiración de vendedores de biblias.
Las actrices que crean estos personajes son Gabriela Illarregui, como la hermana mayor, la que se enamora del vendedor de biblias. Lleva la línea narrativa de la obra con mucha fuerza y presencia mostrando oportunamente su resentimiento y dolor. Florencia Mattioli, como la hermana menor, es el personaje más inteligente, el que quiere salir y defiende más firmemente la “alternativa burguesa”. A la madre la interpreta Susana Arata, muy buena creación de una mujer acabada, desesperanzada y, asimismo, aún con fuerza que es derrotada pero se levanta y se indigna. La actriz Graciela Strappa crea el personaje de la novia rica, la alternativa burguesa. Es un personaje complejo en el que se puede disfrutar todos los matices en un buenísimo trabajo de creación actoral. Esta mujer se juega su última carta y está dispuesta a todo para cumplir su objetivo que tiene clarísimo y su tenacidad no le falla. Pero, a su vez, está tan sola y es tan víctima y vulnerable como las otras.
Los personajes crean una energía y una empatía con el público en su desamparo que por no tener, no tienen ni nombre.
Esta obra presenta una decisión muy destacable de dirección y de creación técnica. La elección del espacio es un perfecto contexto para esta obra que le da contención, calidez y, al mismo tiempo, la platea vive la misma opresión que los personajes. La escenografía y el diseño de luces es un excelente trabajo de Jorge Ferro ya que la obra se desarrolla en dos espacio simultáneos: el de actuación y el de tormenta. Precisamente, la tormenta es un personaje protagónico y por lo tanto es insoslayable hacer mención a este trabajo y al de Mariana Ramírez que es la que lleva adelante los efectos en el espacio de tormenta en un trabajo de precisión coreografiado relevante en el transcurso de la obra. La misma importancia tiene el diseño de puesta sonora y musical -realizado por Nicolás Diab- para completar el ambiente esencial de esta puesta. Alejandro Mateo es el diseñador del vestuario, realizado con mucha minuciosidad y con detalles exquisitos de tules y gasas, aportando a la idea de fragilidad y belleza.
Traslasierra -dramaturgia y dirección de Gabriel Cosoy- es una obra inteligente donde se destaca la humanidad de los personajes, con muy buenas interpretaciones actorales, con un aporte técnico fundamental, todo ello en un ambiente de absurdo y comedia que logra belleza y conmover al público.
El espacio de platea es reducido, por lo que hay que reservar con tiempo. Sala: Silencio de Negras (Luis Saenz Peña 663). Sábados a las 21 hs.
Función de preestreno, sábado 13 de agosto de 2016.
Adriana González
06/09/2016 06:04
