05/08/2004 13:50 Faraona Fui a ver "Los Días Felices" un día sábado y sola...
No es una obra pasatista, ni divertida, todo lo contrario. Me impacto muchísimo Marilú Marini, hermosa mujer e increíble actriz.
Y la obra es cierto, golpea... la rutina, la madurez, el poco sentido que a veces le encontramos a la vida. ..moviliza demasiado, lo que no esta mal.
Dormidos como estamos de la TV, el teatro es un excelente lugar para reflejarnos, soñar, pensar y disfrutar distintas historias.
Me parece genial que exista un lugar como el Teatro San Martín, donde se pueda ver este tipo de obras y lo más importante es que tenga llegada a todo tipo de público.
P.D. me gusta este sitio de Alternativa para enterarme de lo que puedo ver. Suerte!
26/07/2004 20:32 Isben 2 Después de haber visto publicada mi crítica acerca de “Los días felices” en Alternativa teatral, ,me agarró una suerte de pánico,porque me dije(me sigo diciendo) que más allá de mi bronca y mi frustración de aquel día,no debía,no correspondía hablar tan desconsideradamente acerca de algo,que sin duda fue llevado al escenario del San Martin,con las más nobles intenciones. En aquella oportunidad,yo había llevado conmigo a un amiguito y me sentí luego tan mal por haber elegido sin informarme previamente,que hice lo que suelen hacer los irresponsables,echarle la culpa a los demás,por lo que le pido a ustedes me perdonen. Como una manera,no ya de lavar mi culpa,(lo dicho dicho está y es irreversible),sino como una forma de volver a ponerme en mis cabales,volví al teatro(ahora solo) para ver y analizar esta obra que tanto disgusto me causara y mientras la veía y disfrutaba la interpretación de Marilú Marini y ese texto increíble de frases inconclusas,que decían todo,con casi nada,pensaba en mi nota y cada vez sentía más vergüenza. Viéndola,me resultaba que lo que veía y oía ahora, era algo asi como el lamento callado de un ser,que por no tener como hacerlo, emite su dolor con una sonrisa y no se porqué,(ustedes dirán que estoy un poco loquito), me acordaba de ciertos árboles mutilados por la mano del hombre,que pese a todo, aún siguen dando flores,quizá porque no pueden desdecirse de su condición de preservadores de nuestra vida. Cuando al final,Marilú salió a saludar al público,desde su increíble humildad,(después de semejante actuación!), tan bajita pero tan alta,tan adulta pero tan joven,me dije que lo menos que podía hacer ahora, además de pedir disculpas,es señalar que si usted, lector de esto,ama el teatro,no debería dejar de ver “Los días felices”, porque si bien esta obra, “lo único que tiene de feliz es el título” Es un regocijo para el alma ver a alguien tan talentoso arriba de un escenario.
23/07/2004 12:54 Anna 2 La fui a ver el 22/06. Opino lo mismo que viviana, sali del teatro pensando que algo no debo haber entendido, que debe ser para intelectuales. Quedé agotada después de estar dos horas escuchando siempre lo mismo. Leí el texto y me aburrí igual. Quería verla para ver como hace una persona para aprenderse todo eso de memoria. Me fastidiaba mucho la repetición de "el viejo estilo". No entendí nada. Algunos se fueron a la mitad, otros aplaudieron de pie.... Además la pantalla con color y la iluminación de día , aunque me gustaron, me fulminaron los ojos, había momentos que no veía nada. Y por último por dios como tose la gente!!!!!
17/07/2004 21:52 Pedro A 2 Los dias felices interpretada por Marilù Marini no sòlo es una obra sino que posee todos los elementos necesarios para transformarse en una excelente clase de teatro.
La dimensiòn que adquieren los escasos objetos en escena gracias a la conjunciòn del texto y la actuaciòn me mantuvieron atento los 110 minutos.
La rutina,el conformismo,la posibilidad de un futuro sin cambios,lo efìmero del paso por el mundo se ven en la obra en forma clara y contundente.
Las repetidas palabras en distintas ocasiones nos muestra la importancia de los momentos en que se dicen ya sea en condiciones alentadoras como en el inicio o verdaderamente tràgicas como en la segunda parte.
Para seguir aplaudiendo
16/07/2004 14:33 MARIA nO ME GUSTO PARA NADA , DEMASIADO LARGA
03/07/2004 21:49 Isbén U 2 Fui al teatro. Me atrajeron el título “Los días felices” y el autor.Beckett.
Lo de “los días felices” lo relacioné con los días lindos de la vida,de la infancia,tal vez de la adolescencia o de la juventud(qué boludo!) No,no eran los días felices sino los otros. Eran los días que en verdad es mejor morirse que seguir viviendo,eran los días de aguardar no sabés lo qué, mientras la vida se te va lenta pero inexorablemente,eran los días de la angustia permanente,esa misma que vivo (que vivimos!) hoy casi todos los argentinos. El mensaje? Minga de mensaje! Es una obra
masoquista, al mejor estilo Beckett (recién ahora lo conozco,gran escritor,profundamente depresivo y deprimente),que nos tiran asi,casi sin querer,queriendo,como si la consigna del momento fuera: Nada de venir al teatro a hacer catarsis,llorando o riendo. La vida no se resuelve con catarsis mentirosas,sino asumiendo la realidad.
Y la realidad en el San Martin,es que uno sale sin saber muy bien qué es lo que le quisieron decir,porqué eligieron este momento del país para mostrar esta obra(el 80% de la gente,estoy seguro,se iría antes del final,tan aburrida,pesada deprimente y bajoneante es). Y aunque Marilú Marini sea una muy buena actriz,lo mismo que quien la secunda. Aunque la dirección sea correcta y el vestuario el adecuado para las circunstancias, no puedo dejar de reprocharles (perdónenme) el que nos hayan hecho soportar estoicamente, tanta mala onda junta.
Lo único feliz de “los días felices” es el título.
26/06/2004 20:43 Ricardo ( 35 ¿Es Beckett un clásico? ¿Una obra de teatro es el texto, la actuación, el mensaje, la necesidad de que el público la vea en un determinado momento, que yo la vea en un determinado momento? ¿Porqué me estoy haciendo tantas preguntas?
Siento que la presión del nombre de Beckett (nada menos!), de Marilú Marini, de los Festivales, del Teatro San Martín...es muy fuerte. Me siento pequeño, un espectador aplastado por tantos nombres, por tantos renombres. No me animo a opinar. Quizá no me animo ...a contradecir.
Me aburrió, me enojó, a mí como a la mitad de las 10 personas que la vieron conmigo. De la otra mitad, la mitad quedó deslumbrada, y al resto... le gustó.
No se puede dejar de admirar la fabulosa interpretación de una Marilú Marini espectacular, valiente en acometer esta empresa. No se puede dejar de admirar al San Martín permitiéndonos ver a Beckett.
Y no se puede dejar de admirar a este grupo de espectadores que con mucho respeto vió toda la obra, hasta el mismo final.
05/08/2004 13:50
