12/11/2003 14:06 Ramiro 4 Fui a ver la obra pensando que encontraría o bien una puesta más tradicional que incursionaba en la temática gay, o bien una puesta que, más allá del relato, era concebida desde una estética queer.
Pero, en verdad, encontré una obra muy breve que no entendí. Claro está que lo gay corre por el lado de lo que se intenta relatar. El asunto es que no hay trama. Y por supuesto que eso no tiene que ver con la duración de la obra, sino con que se trata de una sucesión de imágenes desarticuladas.
Una de las interpretaciones, la del chico castaño claro, no obstante, parece interesante.
En fin, la obra me desilusionó. Más aún porque la precariedad de la sala no concuerda para nada con el precio de la entrada. Por otro lado, también resulta triste que el público sea en un 90% homosexual y, a mi entender, se construye un espectáculo en el que los ojos están más puestos en qué se tocan los personajes que en qué se está contando.
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