Opiniones sobre Opus 4 Pelícano

  • 09/12/2009 17:19
    Julián C 2
    Entiendo que el conflicto y la virulencia de la obra Strinberg se rescatan en la versión teatral realizada. Dentro de un espacio pequeño, la puesta es correcta; mas la iluminación, que pretende ambientar, no hace sino sumergir las escenas en una oscuridad que no ayuda al seguimiento por parte del espectador. Excepción hecha de la escena final del incendio donde se utiliza muy bien las luces y las características de la sala. Cabe decir, a este respecto, que la verosimilitud de esta última, de carácter absolutamente desbordado, es reforzada y logra convicción por la entrega demostrada por Gerardo Grillea y Marina Munilla. Es en sus encuentros cuando la pieza logra sus picos de mayor interés. Los actores se muestran comprometidos con el espectáculo, mas es Marina Munilla quien en el rol de la Hija (Gretel) logra destacar su labor y mostrar peso escénico.
  • 08/10/2009 14:34
    Merlina C
    Un espacio restringido, de luz tenue, y con elementos inusuales en la escenografía nos presentan y sugieren los conflictos ocultos de una familia, donde poco a poco cada personaje comienza a enfrentarse a la verdad y a revelar su verdadera naturaleza. Es destacable la transformación de la Hija, intepretado por Marina Munilla. Merlina
  • 30/09/2009 01:44
    Marcela
    Ambiente que permite recrear la propuesta del autor. Muy oscuro en cuanto a las luces, aunque el final, se puede apreciar, en toda su grandeza, gracias a ésta ya que le da un marco que lo realza!!
    Los actores trabajan muy bien, aunque en el único personaje en el que se aprecia una evolución y un cambio es en el de la Hija (Gretel) interpretado por Marina Munilla. Los demás, con muy buen desrrollo, parece que siempre estuvieran igual. La recomiendo!!!!!!!!
  • 27/08/2009 22:19
    Analia F 2
    A pesar de la fuerte temática de la obra, la adaptación y las actuaciones son brillantes. No se necesita, uno va descubrindo al ver la obra, mas que admirar el escenario tan original y particular que tan bien resume lo sórdido del lugar donde transcurre la historia. La música y la iluminación fueron un más que digno acompañamiento y demostraron una destreza de estilo y una prolijidad de la puesta muy destacable. Cada personaje era un mundo en si mismo que a su vez se conectaba muy estrechamente con el entorno y de una manera muy especial. Las actuaciones, en particular, las femeninas, fueron un aspecto a destacar. Definitivamente vale la pena que nos enfrentemos a obras que expresan la realidad y conflictividad humana tan vívidamente como lo hace Opus 4 Pelícano.
  • 19/08/2009 20:39
    Pedro A 2
    PELICANO-UN LENGUAJE UN TIEMPO-
    Strindberg predispone.No hay porqué dudarlo.Ya en el primer patio de Querida Elena y sin ver la obra,los nervios flotan.Las velas acompañan hasta pasar el segundo patio y ya sentado en la butaca,con luz Strindberg y música Strindberg empiezan a inundar el lugar los textos que con un lenguaje con chispas de narración le dicen al público: Señores contengan la respiración.
    De la boca de los actores salen confesiones,acusaciones,en una espiral que parece no terminar nunca y que le da un crescendo al drama que sentí en mi cuerpo.Tenía deseos de que alguien interviniese conciliando un poco la cosa.Pero el convivio teatral tiene sus límites.
    Creo que nadie como Strindbeg y sobre todo en esta excelente versión, refleja la insatisfacción física como el frío y el hambre enmarcada por la insatisfacción afectiva.Si,el miedo que tenemos todos.No es otra cosa que mostrar el miedo en una impecable obra de teatro.Pero un miedo inteligente,un miedo que hace pensar,que no paraliza.Tal es así que cuando finalizó la función pude cruzar alegremente de vuelta los dos patios con una amplia sonrisa de satisfacción.
  • 12/08/2009 20:34
    María S 3
    La obra de Strindberg navega por los límites humanos que fundan la sociedad; allí la Ley se escurrió de manera lineal, supérflua. Las escenas nos muestran como una cachetada que nada es "natural" y que las construcciones y representaciones se generan en función de una biopolítica donde unos pierden mas que otros..las mujeres son las encargadas de sostener el statu quo de las instituciones sociales.
    El deseo va minando las escenas,capturándolo todo; estos sujetos de códigos binarios que no conocen lugares intermedios terminan cayendo al abismo, literalmente. El plano simbólico no puede ser habitado, las ideas y deseos son llevados al acto. Tal vez entre el frío y el fuego,la ausencia y la muerte, existan estadíos intermedios mediados por el lenguaje, pero los sujetos de Pelícano se expresan a partir de la fisonomía.
    La ética de la obra sentencia que todo se puede, nada es dado ni natural, pero la as consecuencias de comprobarlo son caras.
    La Directora ubica los dramas de una manera extraordinaria, cual espejo de dos o tres caras las líneas narrativas chocan contra las cuatro paredes generándonos impotencia y silencio.
    La puesta en escena describe lo cultural de la maternidad y también nos acerca un desafío: ¿cómo denominar al ejercicio de ser hijos?, ¿cómo soportar la angustia de ser no deseado?.
  • 07/08/2009 16:41
    Jennifer W
    La obra transcurre en un teatro distinto a lo conocido, un espacio que pareciera haber sido construido especialmente para esa puesta.
    La escenografia es minimalista, aunque una vez finalizada la obra uno comprende que no se necesitan mas objetos en escena para relatar la historia que se quiere contar.
    Los actores realizan una gran performance donde las expresiones particulares de cada uno de ellos son esenciales para seguir la trama.
    Párrafo aparte merece la música creada especialmente para esta pieza, novedosa, el acompañamiento perfecto para crear una atmósfera donde las emociones afloran.
    La caracterización de los personajes está muy lograda.
    Es una buena elección darle una oportunidad a esta versión tan bien adaptada, llevada a cabo en el marco del teatro independiente.
    La recomiendo aún a esas personas que piensan que una obra de August Strindberg
    puede ser "fuerte" para un domingo a la tarde.