Opiniones sobre La Divina Comedia

  • 07/12/2010 11:41
    Juan M
    Sin duda, un trabajo exelente, desde lo sutil buscando lo intimista, lo efímero, lo trascendental. Como espectador, sentí que me adentraba en un espacio donde el tiempo parecía detenerse para encontrarme conmigo mismo, la misma identidad del teatro ritual de Artaud que aquí se mostraba, era la que parecía apoderarse de mi
    cautivandome totalmente. Dos pulgares para arriba.
  • 21/11/2010 07:39
    Daniel S 3
    Secuestra irresistiblemente la atención, pero la íntima, no la superficial.
    Nos advierte, más que nos recuerda, que finalmente seremos objeto de una abducción inevitable. Un verdadero paseo en la Barca de Isis, que sólo admite espíritus a bordo, con sus conciencias atribuladas y nerviosas. Usted será testigo de tal anticipación: de eso se trata, señor espectador.
    Un examen riguroso y determinante es el único Puerto Final.
    En tal sentido la obra constituye, más que una crítica, un ejercicio reflexivo de insoslayable actualidad para las mentalidades individuales y sociales de nuestra época no sólo planetarias sinó también locales, dado que la Florencia de los tiempos del Dante guarda un paralelismo estrecho con la situación actual de nuestro país.
    Si su hilo narrativo, de suyo, es poderoso, su hilo discursivo, más amplio, es aplastante, porque es impulsado con energía sobrenatural por un compromiso actoral conmovedor que se desenvuelve a través de una coreografía extenuante.
    Lo gestuado por los intérpretes no pareciera ser el resultado de un mecanismo actoral convencional, sinó de una toma de posesión medianímica completa. Impresionante.
    El sonido, los efectos ambientales, y la iluminación, sobre todo, acompañan cada mínimo matiz del desarrollo de la obra con una sincronía ajustadísima.
    El difícil trabajo de consolas, por ejemplo, resume prolijidad y efectividad.
    Una sinfonía perfecta.
    Teatro en estado puro.
    Altamente recomendable.
  • 20/12/2008 10:11
    Mariano
    Excelente adaptación tratral del libro de Dante; una puesta de teatro circular con actores aplomados y representaciones sin fisuras. La obra no pierde ritmo ni se generan baches en ningún momento. El trabajo previo de meses de ensayo se nota, cada actor está muy seguro en su papel, mimetizado por completo con su personaje. El uso de la iluminación y el sonido en vivo sirven de complemento para terminar de redondear las actuaciones y el peso del texto.

    El dato pintoresco:
    "La estación de los deseos" funciona en unos viejos talleres del ferrocarril que datan de 1930. Al traspasar la reja que en su parte superior reza Ferrocarril - Caballito, parace uno estar adentrándose en un paisaje suburbano, lejos de la ciudad de Buenos Aires; sólo los eficios presentes al fondo de la postal opacan la sensación de estar lejos, muy lejos de la gran ciudad