17/10/2008 11:10 Verónica Estoy revisando todas las noticias que me condujeron anoche a ver jesús de topas y más busco, más me indigno. Lo que se anuncia como presentación en la página de Lombó es lo mismo que se lee en off al comenzar la obra y es lo único que remite al tema del que se supone trata la obra. Después, una serie de recitados de pasajes bíblicos, al ritmo de conocidos pasos de la más básica técnica de expresión corporal que además de dejar en evidencia el mal estado físico del actor le impiden mantener una dicción clara en su discurso; pero es lo mismo que se le entienda o no ya que prácticamente son todos pasajes bíblicos recitados. Esto mechado con 3 o 4 chistes malísimos, contados sin mucha gracia sobre episodios de la vida de jesús, a los que sin embargo uno esperaba como un oasis en el desierto de semejante plomazo. Continúo leyendo la mencionada presentación: ¿a qué se referirán cuando dice “Y al final, un buen sabor de boca”?, para mencionar solo una de las cosas que no se encuentran en la obra que uno va a ver. En resumen: Martín Piola hace honor a su apellido montando un espectáculo basado en presentar un tema a través de prensa en Internet, que invita a ver de qué se trata para después tener sentado al espectador en una sala pequeña, muy cerca del escenario y lejos de la puerta como para poder levantarnos e irnos, que es lo que queríamos hacer –mis acompañantes y yo- a los 5 minutos de comenzado el mismo, escuchando pasajes bíblicos mal recitados. Y eso es todo. Para colmo, el precio de la entrada no es $15.00/12.00, como se publica en la página Alternativateatral.com. Nos cobraron $20.00, y los papelitos de descuento no corrían. Ojala que con esta diferencia le alcance al autor/actor y resto del equipo para pagarse el pasaje de vuelta a Salamanca lo más pronto posible. Un punto a favor: pudiendo haber sido más larga, ya que la biblia es un libro larguito, dura sólo 50 minutos.
