Opiniones sobre La isla desierta

  • 10/09/2007 00:17
    Gonzobaires 6
    Es una muy interesante puesta ¿teatral? en plena oscuridad y actuada por una mayoría de actores no videntes. Y me pregunto si es teatro en sentido extricto, o si roza el cuento contado, el happening o inclusive el radio teatro. Ya de por sí sumergirse en la oscuridad absoluta es una experiencia bastante shockeante, porque se anula totalmente el sentido de la vista y se ponen en juego el oído y el tacto. En base a la obra de Roberto Arlt, los actores pintan literalmente imágenes en nuestras mentes, y lo que más me sorprendió es que una persona no vidente - habría que ver si todos eran de nacimiento o no - pueda evocar con tal fuerza hechos visuales tan ajenos a ellos como el color, o mirar, u observar. La experiencia es sencillamente fascinante, y más allá que guste o no la historia, es en la percepción de sensaciones donde queda la huella más profunda.
  • 13/08/2004 11:34
    YO
    Me pareció excelente, es una experiencia teatral completamente diferente a cualquier otra. Nunca pensé que se podía "ver" una obra con todos los sentidos. Absolutamente recomendable.
  • 17/05/2004 00:28
    Pablo L 39
    TUVE LA OPORTUNIDAD DE VERLOS CUANDO ESTRENARON EN EL TEATRO ANFITRION HACE UN TIEMPO Y AHORA REGRESE CON UNOS AMIGOS DEL EXTERIOR Y QUEDAMOS NUEVAMENTE MUY ENCANTADOS. FELICITACIONES
  • 09/03/2004 08:09
    Cynthia 12
    Es impresionante!!!! Nunca antes habia tenido el placer de desarrollar mis otros sentidos en el teatro sin la posibilidad de usar la vista como el primero...Para no perdersela...una joyita de la originalidad...
  • 24/02/2004 23:14
    Anónimo
    Cuando asistí al debut de La isla desierta, de Roberto Arlt, en el Centro Konex, no tenía la menor idea de cuál era la novedad de la puesta, pero me motivó mi admiración por el autor y su obra. Soy una entusiasta de la palabra y el lenguaje gestual como formas de comunicación.
    Recibí el primer impacto cuando un actor ciego me tomó de la mano y suavemente —en medio de una completa oscuridad que mis ojos no pudieron burlar hasta adaptarse— me condujo hasta mi butaca, dándome breves indicaciones con voz pausada. En ese primer contacto sentí una corriente imperceptible de confianza que venció mi proverbial fobia a las tinieblas.
    En medio del murmullo de los asistentes que ingresaban, me alivió reconocer la voz de la actriz China Zorrilla, a mi izquierda, convertida en esa instancia en mi único punto de referencia. La obra devino después en una catatara de estímulos fascinantes. El olor de las especias, las fragancias, el sonido del agua y del viento, entre otros estímulos, cada vez que Cipriano avanzaba en su relato, me transmitieron un clima conmovedor e imágenes sorprendentes.
    En medio de la oscuridad y de la mano de mi percepción en estado de alerta, tuve una sensación de libertad que no he sentido en otras puestas de teatro convencionales. Me refiero a esa libertad para imaginar y emocionarse sin el pudor de ser observado.
    Al encenderse las luces, los espectadores, a merced de la mirada del otro, procuramos recomponernos rápidamente. En el fondo de la sala, la mayoría de los actores ciegos seguía en la oscuridad, mientras yo recuperaba mi sentido de la vista. En ese momento tuve claro que, al margen de nuestras acciones, somos esencialmente lo que sentimos y lo que pensamos. El orden, eso sí, lo decide cada uno.
  • 24/02/2004 23:11
    Ricardo M
    Interesante propuesta que se apoya en la oscuridad total y el uso de las percepciones. Me sorprendí porque realmente no esperaba encontrarme con un recurso tan novedoso. Cuando las luces se prenden percibí lo distorsionado que tenemos los sentidos normalmente. Excelente. Para ir.
  • 02/12/2003 17:33
    Obi 6
    La verdad que coincido bastante con las opiniones, el grupo conmueve por su entrega y seguramente en un lugar mas miserable de la condicion humana por su discapacidad, pero mas allá que la experiencia es inquietante, como espectaculo es realmente malo