Opiniones de Esteban B

  • Crudo 4

    28/04/2009 23:41 por Esteban B 8
    Imaginar lunes de Teatro hace años era algo imposible. Muchos lunes eran, para los que podían, funciones de prensa. Ahora no alcanzan los días y no queda libre ninguno. Por eso, el lunes me fui para el Picadilly a ver CRUDO, un espectáculo que lleva varios ciclos dentro de la variada cartelera y que se puede apreciar gracias a gente que trabaja, por suerte y gracias a Dios, con mentalidad y sencillez del circuito independiente.
    Ese lunes llegue a un repleto hall de espera buscando a la actriz que me acompañaría esa noche para ver la obra. Un inconveniente de último momento hizo que ella no pudiera concurrir. En la antesala, mientras esperaba, cada vez se juntaba más gente. En un momento me sentí muy apretujado, “acompañado”, pero totalmente solo. Así ingresé a la sala, así me senté en la butaca. Así comencé a apreciar CRUDO.
    De eso se trata, de lo mucho que podemos lograr en la vida de llegar bien alto y no sentirnos completos y de la buena cantidad de momentos que por errores propios o ajenos, nos quedamos solos. Momentos que nos hacen recurrir siempre al afecto familiar o de los amigos muy cercanos. Y ahí, arrancás de nuevo con todo. Crudo te desnuda para que te quedes bien en “bolas” y valores (o no) a lo que te rodea y los que te rodean. Con una segura presencia actoral, José María Muscari saca a relucir toda su magia y atrapa al público de entrada, en una telaraña de la que nos libraremos sólo en los aplausos del final. Y está bien, porque para apreciar mejor la puesta, uno debe encontrarse con sus propias miserias y encantos. Muscari sabe lo que hace y logra abrazar a todos en uno de los momentos cumbre: La charla con sus padres. Un verdadero logro. Mariela Asensio, no sólo puso su pluma, sino su capacidad direccional. Y se nota su mano. Le colocó mucho ritmo al personaje principal, mucho vuelo y bien acariciado por una lograda elección musical que hace que lleguen, con mayor sensibilidad, los distintos momentos del espectáculo. Muscari transita a paso seguro el escenario y está muy bien acompañado por Maria Soledad Tuchi, Soledad Cagnoni y Mariana Plenazio.
    Muscari – Asensio componen una dupla importante llena de pasión y generadora de espectáculos de los que, hacia un lado u otro, siempre hablarán. Es lógico en las apuestas fuertes. Justamente, he sacado entrada para mi madre, que tiene 82 años para que vea un espectáculo distinto. CRUDO es su oportunidad. Sé que el resultado será positivo. El lunes cuando la vaya a buscar a la salida, seguramente no saldrá corriendo, no porque no pueda sino porque estará satisfecha de ver cosas nuevas. También para ella, todo recién se empieza.
  • Mujeres en el baño 25

    18/03/2009 23:10 por Esteban B 8
    La Av. Corrientes brilla como ninguna en las noches de Buenos Aires. Caminando por ella, uno se ilumina producto de las grandes marquesinas que, junto a volantes que entregan a cada paso, muestran a veredas y en ellas tanseúntes buscando ofertas para ver Teatro. Una de las propuestas del alternativo o independiente si vale el término (aunque el Teatro es uno sólo) es la que se ofrece en el Picadilly: Mujeres en el baño, una obra que de la mano de Mariela Asensio se ofrece todos los sábados a las 23.30hs.
    Tuve la oportunidad de concurrir con una Profesora de Arte de Islandia que está en Buenos Aires hace 8 meses que, además de su aprendizaje de castellano, sigue admirada por nuestra cultura y sobre todo la relacionada con lo artístico. Quería ver una obra argentina y tuvo su oportunidad el sábado, donde pudimos apreciar esta puesta que apuesta fuerte.
    Pues rompe con el primer pensamiento obvio que uno pueda tener de lo que verá. No son sólo 6 mujeres que hablan de las cosas que se charlan en el baño, sino que la obra nos pasea de un lado a otro por los sentimientos y fantasías y símbolos con toques musicales, proyectados por una impecable dirección que se planta firmemente en el escenario. Allí aparecen las angustias, soledad, ironía de estas criaturas que quieren volar alto pero que a veces la sociedad machista las ata con soga a la estructura de lo cotidiano. Estas mujeres desnudan su alma, orinan la vida, manchan de rojo al machismo, se ríen de los que quieren dominar (y de los que dominan), se clavan cuchillos, pero irradian optimismo dentro de sus miserias y penas. Aunque parezca contradictorio, la obra no es pesimista.
    Mariela Asensio sabe lo que hace cuando escribe. Y, lo mismo, cuando dirige. Una puesta bien pensada y cuidada. De punta a punta y de techo a piso. M.A. cuida todos los detalles y el resultado es óptimo. La obra sacude.
    Y su mano colocó a seis muy buenas actrices que dibujan seis personajes distintos pero unidos en el baño del talento. Son seres que aparecen para mordernos y comernos vivos, dan temor… Pero a medida que transcurren los minutos desnudan sus debilidades y aparece su ternura sin abandonar su bronca. A Raquel Ameri, se la ve muy segura y jugada en cada una de sus intervenciones en un personaje muy rico; Dolores Ocampo proyecta con valentía un personaje tierno y mostrando una muy buena voz; Melina Milone propone seguridad a su criatura que la hace temible apenas ingresa y cálida en el transcurso. Muy bueno lo que crea con su charango. Quise ver siempre a Leticia Torres y me fui muy satisfecho de haberla visto en una muy buena creación; Conozco la trayectoria de Cecilia Rainero, sobre todo por muy buena directora. Me redondeó el grato pensamiento viéndola actuar con tanta soltura y naturalidad. Párrafo aparte para Eugenia Iturbe, una de esas actrices cuya concentración, presencia y capacidad hacen que uno quiera saber en qué otro proyecto está para verla nuevamente actuar.
    Greta salió satisfecha. Le pregunté "en Islandia se ven este tipo de espectáculos?" "noooo, en Islandia no se ven", me respondió. "Qué pasaría si se dieran estas obras que no están acostumbrados a ver? " y ella respondió: "serían un éxito"
    Una linda propuesta es Mujeres en el baño creada por una joven directora que, con trabajo, humildad y sencillez, cada día se hace más grande.
  • Bajo el agua; Llama; Anzuelo; A ella le gustaba el celeste 2

    25/11/2008 21:19 por Esteban B 8
    Tuve oportunidad de ver el viernes Proyecto 3 que, tanto en ese día como el sábado, se pueden observar a los muy buenos trabajos autorales y de dirección teatral. Así, se descubren muy buenos valores autorales que, a través de su pluma, nos hacen ver un Teatro para seguir confiando. Elina Leva, Catalina Larralde, Sebastián Ricci y María Vázquez Miró son nombres que, no cabe duda, salieron de una exigente selección. Saben lo que escriben y saben de qué se trata. Lo mismo para la dirección de Chantal Pirra, Gustavo Urrutia, Darío Restuccio y Mercedes Fraile. Impecables puestas que demuestras que estos directores conocen bien su labor. Pero nada es casual. Ariel Barchilón no sólo es un maestro, es un apasionado de lo que hace: Lo demuestra a cada instante en la exigencia de “acción, acción” a sus alumnos, un hombre claro que saca lo mejor de sus seguidores y atentos observadores de su camino. Marcelo Mangone no es un improvisado, conoce hace años de cómo se hacen bien las cosas. Ambos, son respetados laburantes dentro del medio teatral. Una frase de la enorme cantante Lhasa de Sela (sus canciones acompañan el espectáculo), “…mirada de ciego…”. me llevan a reflexionar: Tal vez suene a la nada y sin embargo, la mirada de ciego implica una gran observación, un “gran tacto”, un buen olfato para hacer las cosas bien. Tanto Barchilón, como Mangone tienen esa mirada. Trabajos muy cuidados, muy prolijos, mérito de los supervisores, autores y directores pero que están bien sustentados desde lo actoral. Y todos salen bien parados. “Bajo el agua” inicia esta serie de cuatro obras cortas con una excelente puesta e iluminación que proyecta ahogos, locuras, el amor y odio que van de la mano cuando los seres parecen distintos pero son iguales y cuando se sitúan en lugares trágicos de donde no pueden salir. Sale a flote desde su simbología, desde su cuidada puesta y un excelente texto. Si bien hablaré luego de lo actoral, no puedo dejar de mencionar la satisfacción de ver a Marcela Gutiérrez en uno de sus mejores trabajos. Por supuesto que conozco su trayectoria y me permito esta licencia para aplaudirla porque sé de su esfuerzo diario por seguir creciendo.
    El segundo cuadro, “Llama”, impacta. Pues desde su sencillez, proyecta las penurias de dos niñas abandonas, usadas y con lágrimas y penas al costado y al frente de su camino. Da la sensación de estar uno encerrado en el ropero (algo usual en los años 60, por ejemplo). Dos actrices que ponen todo en sus criaturas para que se vean propios sus sueños caídos y derrumbados. Ellas ponen sus esperanzas y sangre en el “monito” (elemento anudado que usan los portuarios) pero es tarde para todo: Siempre habrá una mano que entre a nuestra vida para frenarnos y castigarnos más.
    “Anzuelo” muestra a la soledad a la esperanza del reencuentro a través de la imaginación, de la asociación, de la similitud. De algo hay que agarrarse para no ver la realidad. Y así deambulan los personajes tratando de querer convencerse de algo que no existe. En búsqueda del ser que las una en la dedicación, en el compartir la cotidianeidad.
    “A ella le gustaba el celeste” compone la última obra que define a través de sus seres (en este caso, hermanas) cómo se puede compartir la muerte sin que cambie nada, queda en segundo plano el sentimiento, desbordado por los malos recuerdos y otros males que no son sólo del pasado. Una llave a enfrentarse al castigo de que pasan los años, nos morimos y sólo descubrimos cuánto mal nos estamos haciendo. Todo contado desde el humor emparentado más en lo oscuro que en lo brillante pero con un resultado muy acertado.
    Si bien el sustento de los actores es para destacar, por una cuestión sólo personal y de gusto que no saca del camino al resto, destaco a la mencionada y concreta Marcela Gutiérrez, a Gimena Vitali, quien se ve como una experimentada caminante del Teatro, a Mariela Iuliano que, a no dudarlo, tiene luz propia y será en el futuro una actriz destacada. Victoria Giordano es de esas actrices que se ve a las claras que goza de lo que hace, cuidadoso trabajo para una actriz con buen porvenir. Buen manejo del humor en Laura Névole y, finalmente, con potencia y personalidad se sube también al podio, Laura Guzmán en una impecable Martina. Los viernes, 23 hs, en Teatro del Artefacto.
  • Mujeres 2

    04/07/2007 17:32 por ESTEBAN 8
    Se torna ya placentera la caminata por la calle Gallo y llegar a La Tertulia. Se trata de un cálido lugar que siempre nos recibe -en sus distintos días- con obras que nos deleitan por su arte y porque son parte de este peregrinar por hacer más importante nuestro Teatro al que me cansó de ponerle Independiente para diferenciarlo no sé de qué.
    Esta vez nos tocó en suerte un espectáculo armado alrededor del siempre interesante Javier Daulte quien, no importa la época o momento que su pluma comenzó a crear porque siempre es bienvenido alguno de sus muy buenos textos.
    “La Otra” y “Dos Mujeres” son las obras cortas elegidos para el armado de una muy buena “puesta en escena” –como bien dice el programa- de Martín Ortiz. La dirección es práctica, algo difícil de lograr en puestas que parecen, a priori, muy sencillas. Los personajes se mueven, se enfrentan dentro de un ámbito de encierro, de odios y venganzas. Caminan por esa superficie bajo un denominador común: Son criaturas llenas de soledad. Personajes que, angustiados, no hacen otra cosa que alimentarse de más angustia, de mayor soledad. El valor de las palabras que le dan las actrices a través de los otros seres es uno de los merecimientos de Ortiz. Por otro lado, es muy buena la elección del Director con respecto a los personajes: Magali Melia transita con eficacia en sus dos creaciones, sobre todo en Ana donde compone con dureza a una mujer enajenada por las circunstancias, la pasión, el abandono. Y con una simpática –pero no menos profunda- Clara en su segunda proyección. Sorprendente Cecilia Bruza en sus dos creaciones. Una actriz que llama la atención por su fino y pensado tránsito por sus composiciones. De ello sale una angustiada Mujer con mucho color negro interno que se muestra en el afuera. Y excelente creación en una Alejandra que conmueve.
    Me retiré de La Tertulia, saludando a su gente e iniciando el camino dominical hacia un café para seguir saboreando el gusto por el Teatro gracias al alimento que llega a través de estas puestas.
  • La sufridera 15

    07/04/2006 08:04 por Esteban B 8
    En esta época de vuelta de tuerca y vueltas a los humores que por mucho tiempo nos hicieron reír y disfrutar de las comedias –alguna vez mal llamado Teatro menor- sigue abriendo el telón en La Casona de Beatriz Urtubey un ciclo de comedias negras creadas por Claudio Gotbeter dándonos otra posibilidad de asentarnos en estilos claros y coherentes.

    La Sufridera –una de las tres piezas que se presentan viernes y sábado- nos muestra a través de la pluma del autor, seres que sufren que penan y que proyectan graciosamente que van hacia no se sábe dónde y vuelven de no se sabe dónde. La excusa para que los actores vuelen hacia territorio oscuro, es el amor pero esto es lo menos importante, pues “el aleph” de la pieza, pasa por que viven cada mirada, cada paso, con un pronunciado miedo.

    Con mucha imaginación y con un texto simple, reflexivo y original, la obra camina a pleno ritmo mostrando lo que le pasa a estos intrigantes personajes que siempre esperan una solución que venga desde algún lugar o, tal vez, la presencia de alguien que traiga una noticia que los haga frenar su sufrimiento.

    Las criaturas son crueles, a veces estereotipados, a veces desaforadas: Matan, gritan, pelean, muestran sus miserias, su soledad, sus propios “pecados capitales” . En definitiva, una sensibilidad que dispara para los distintos huecos llenos de vivencias con intrigas y expectativas.

    Mimí Baldani, Verónica Celery, Lina de Simone, Mariel Rueda, Paula Severi, Jorge Schwanek y el propio Gotbeter se encargan de darle vida a estos seres. Merece destacarse el tema actoral puesto que uno, en el vuelo de la imaginación, no puede “ver” otros actores dando vida a estos personajes. Un muy buen physic du rol, como si la elección actoral (siguiendo con el vuelo imaginario) estaría centrada en ir buscarlos por calles y bares, por ejemplo, en la búsqueda de una característica especial.

    Podría decirse, también, sobre la pieza que, al tener momentos tan inmensamente desopilantes en un primer segmento, corre el riesgo de una segunda parte con baches energéticos o sin tanta efectividad que afectan para el logro de una llegada más arriba hacia el final. Pero no incide esta apreciación en la buena calidad del espectáculo.

    Una obra que nos hace sonreír por el propio resultado y por que nos abre puertas al confiable y tan extrañado humor para todos.

    Esteban Bruzzone
  • Esta vez no voy 3

    09/12/2005 12:16 por Esteban B 8
    Corín Tellado sigue vigente no sólo en las estanterías de los "usados", sino en la mente de aquellos que recordamos haber leído -por lo menos una vez- estas novelas salidas de una pluma con mucho vuelo e imaginación. Así, también, se puede decir de la ideadora y directora de "Esta vez no voy", Cecilia Rainero, quien armó una obra con pocos elementos pero con mucho brillo, sustentada por cuatro importantes actrices - Bárbara Francisco,Carla Vidal, Claudia Mac Auliffe y Maru Sussini- que dan vida a cuatro personajes haciéndolos caminar apasionadamente por un escenario vivencial más lleno de sinsabores que sabores, por decirlo de alguna forma. La mano de la directora puso en forma interesante a cuatro seres totalmente distintos, pero con el fin de que se encontraran en un sólo lugar: el de la semindesnudez, ése en el que te digo casi todo, o algo, o te muestro casi todo... O algo. Para lograr esto, fue necesario el vuelo de cada actriz, muy logrado por cierto. Y uno termina seducido por la personalidad de esas sensibles criaturas, olvidándose de la historia, caminando con ellas que te toman de la mano y te llevan, aunque no sepas hacia dónde.
    Una escenografía bien resuelta con pocos (pero concretos) elementos y una buena iluminación que acompaña la intriga y la pasión. Sigue caminando el Nuevo Teatro de Humor y los primos de él. Vamos por buen camino, falta acompañar un poco más.
  • El baile del pollito 5

    23/11/2005 10:39 por Esteban B 8
    Tuve oportunidad de observar el sábado ppdo. El baile del pollito en la buena sala de Puerta Roja, de la zona del Abasto. Se trata de una puesta del director Pablo Iglesias, quien en su danza dramática nos muestra a dos seres de un “bajo mundo” en oportunidad del secuestro de una personalidad mundial muy importante. Una historia simple pero pintada con pincel grueso para que se vean claramente todos los trazos. Los dos personajes –con la interesante actuación de Mauricio Minetti y Martín Paladino - muestran su violencia y debilidad a través de una potente actuación generada por un trabajo cuidado. Y, si bien, la historia no permite más trascendencia, las criaturas llegan al fin dramático requerido: Mostrar sus miserias y la de los demás. En ese punto es donde la obra crece, pues la confusión traslada el pensamiento al interrogante de quién es más mísero si los secuestrados o los secuestradores, confusión aplicable a las distintas reacciones que hasta se ven en el diario vivir. El baile, da vuelta por el fuego y nos quema. Lo bueno de las diferentes propuestas teatrales, como la vista el sábado, es que nos ayuda a seguir comprobando que el Teatro Independiente está vivo, aunque no seamos figuras conocidas o famosas que, tal vez, se llevan nuestros premios sólo por tener cartel. Sigo confiando en este tipo de bailes como la proyectada por Pablo Iglesias.