Opiniones de Lita L

  • Quster? 8

    23/10/2020 11:54 por Lita L 28
    Excelente espectáculo.
  • Jamas me levantó la mano 104

    16/08/2020 21:12 por Lita L 28
    Conozco la obra y sé que es muy interesante. Considero que la proyección de esta forma no da cuenta de la calidad de la misma. Los textos se escuchan con dificultad y la posibilidad de un titulado correcto, como he observado en otras emisiones de este tipo, no refleja lo que se dice. Mi validación tiene que ver con la forma de emisión y no con la calidad dramatúrgica y la de las actrices. Es complejo el teatro en estas condiciones , hay obras que han podido resolver estas cuestiones que señalo humildemente.
  • Nerium Park 451

    16/05/2020 18:48 por Lita L 28
    El clima que el vinculo de la pareja transmite al espectador en los primeros momentos del espectáculo es cordial. La historia se adensa a partir de la contradicción de criterios que existe entre ambos. Una historia que crea intriga, que se resuelve en el imaginario del receptor. Excelentes actuaciones. Un muy buen espectáculo.
  • La Odisea en vivo 8

    05/10/2019 17:55 por Lita L 28
    La Odisea en vivo
    María Inés Falconi recurre, como en otras ocasiones, a jugar escénicamente con los clásicos.
    Su objetivo es acercar la historia al presente inmediato, en este caso se trata de recrear la vuelta de Ulises a Ítaca su añorada tierra. Homero en su original destaca entre situaciones que pivotean entre la (presumible) realidad y la más pura fantasía el regreso del héroe al que se le presentarán enormes dificultades hasta arribar a su tierra. Falconi recorre en su narración diversos pasajes de ese camino y lo realiza a la manera de un Reality show durante el cual un Jurado evaluará si Odiseo es o no digno de regresar a su tierra.
    La puesta en escena de impecable diagramación ubica al espectador ante tres espacios: frente al espectador ocupan una señorial tarima los miembros del Jurado , se trata de los Dioses Atenea, Zeus y Poseidón. Estos expresarán opiniones diversas a favor y en contra de Ulises con el propósito que el juez dé su veredicto final.
    A la derecha del espectador se encuentran los narradores – actores quienes como parte del show intervienen con textos y canciones a la manera de las tandas publicitarias. Es así como recomiendan el uso de lentes de contacto (Cornealent) , de la máquina de tejer Knittax y otros productos que remiten a objetos de consumo , ya sea actuales como de otros tiempos; léase esto como un guiño picaresco hacia la platea adulta. El tercer espacio lo ocupa el protagonista, Ulises en un estrado al que asciende para hacer su defensa que comparte con el juez quien sentenciará a su favor o en su contra.
    Acompaña las acciones con calidad interpretativa en guitarra Federico Duca quién resalta musicalizando las distintas situaciones y que, sin saturar los parlamentos, le agrega un plus de intencionalidad subrayando momentos jocosos, dramáticos o sentimentales. La música original de Carlos Gianni y las propias intervenciones incidentales del intérprete suman efectividad a la puesta en escena.
    Destaco la calidad interpretativa de todos y cada uno de los actores ; sus participaciones durante el show o interpretando diversos personajes funcionales a cada una de las secuencias son impecables. Resaltan con sus acciones la gradación de los conflictos que se van suscitando y ocupan dinámicamente el espacio escénico sorprendiendo al espectador en la alternancia de texto y cantos que agilizan el desarrollo de la historia.
    No develo los pasajes que transita la obra ya que la excelente selección de los mismos devenidos del original de Homero sorprenden al espectador.
    Excelente espectáculo para todo público y en particular para adolescentes a quienes, presumo, la dramaturga, los insta a reflexionar acerca de la vacuidad y “ridiculez” de ciertas propuestas televisivas. La intención primigenia que es el conocimiento de los clásicos y su valor literario se fortalece al encararlo teatralmente a partir de la comicidad y la parodia.
    Un ejemplo de un entramado escénico en el cual el texto, la dirección, la interpretación teatral, la escenografía, la música, iluminación…en síntesis la confluencia de todos los lenguajes teatrales da como resultado un espectáculo que deleita al espectador.

  • Sacco y Vanzetti 60

    31/07/2019 16:45 por Lita L 28
    Sacco y Vanzetti :
    ¿Qué significa hacer justicia? Responder a esa pregunta a partir de la historia de Sacco y Vanzetti es un camino posible. La obra plantea el caso real de dos trabajadores inmigrantes a quienes se los acusa de ser partícipes de un delito que no cometieron. El cinismo de quienes están a cargo de impartir justicia, desde el fiscal hasta el juez quienes hacen oídos sordos a las evidencias que el abogado defensor y testigos claves aportan para demostrar la inocencia de los mismos.
    El desarrollo teatral de la historia se despliega escénicamente por la excelente dirección de Carlos de Urquiza . ¿Qué se logra con el planteo escénico del director? Que la mirada del espectador focalice situaciones específicas en las que los personajes expresan con cinismo sus ideas, sus verdades relativas en el caso de quienes acusan y la transparencia en los dichos de quienes son acusados. Esas breves escenas resueltas en un espacio escénico acotado, bien iluminado y escandido en parlamentos concisos permiten enhebrar el relato cuya densidad del texto se aliviana y es de fácil comprensión por el espectador. Jerarquizan la puesta en escena las notables interpretaciones de Claudio Porvenzano y Ariel Gorosito. Correcto el elenco acompañan esta propuesta teatral recomendada para todo público. Para un público adolescente la obra debiera ser una propuesta interesante para enfrentarlos a hechos reales, en este caso del pasado - que los insten a “pensar” y reflexionar acerca de la vulnerabilidad de la condición humana de quienes anteponen sus apetencias personales antes de ser fieles a la verdad y la justicia.
  • El mal de la piedra 27

    01/07/2019 18:58 por Lita L 28
    El mal de la piedra - De los hechos históricos a la escena
    “Ver” los hechos históricos no es lo mismo que leerlos, y “ver “mirar” , percibir con todos los sentidos lo que nos llega desde la escena produce en el espectador un impacto intelectual a la vez que emocional. Se dice que cuando el teatro genera interrogantes más que certezas está proyectando su mensaje más allá de la ocasional representación teatral. Esto es lo que sentí al trasponer las puertas del teatro. Esto dicho es desde una mirada adulta. Me pregunto: ¿qué sería deseable que suceda si el espectador es un adolescente entre 15años de edad o más? El abanico de preguntas, formuladas por espectadores curiosos sería un punto de partida para investigar, escrudiñar en las distintas miradas acerca de un hecho histórico. La historia se cuenta según quién la vive si se es parte del presente, o se accede a la misma a través de las distintas miradas de historiadores; no siempre imparciales, no siempre neutrales. La obra tiene el mérito indudable de hablar de los hechos a través de dos personajes opuestos en sus convicciones cuyos puntos de vista acerca de la dictadura de Francisco Franco parecieran ser divergentes.
    Los protagonistas; un guardia de seguridad y una restauradora comparten un tiempo en la Basílica construida durante el Franquismo. Se trata de una construcción Faraónica conocida como El Valle de los Caídos. Para realizar dicha construcción se perforaron 260 metros en el interior de una montaña. En ese interior se enterraron en distintas etapas los cuerpos de los vencedores de la guerra Civil y en una segunda etapa los cuerpos de los vencidos. La obra sitúa la acción cuando ese espacio cimentado hace décadas siente el paso del tiempo: la piedra se apolilla, se desgaja, se desquebraja. ¿Pero qué se intenta resguardar de esa piedra- tumba de hombres que en defensa de distintos ideales se van convirtiendo en polvo? La misión de la restauradora es salvar de la destrucción la piedra, es su objetivo como profesional. El objetivo del guardián es cuidar como fiel cancerbero ese espacio de dolor. En el intercambio de opiniones, el Guardián se manifiesta “neutral” en referencia a los hechos históricos
    La obra transita la ambigüedad en los dichos y acciones de los intérpretes generando en el espectador un real desconcierto hasta el final de la representación El clima sonoro y las luces tenues y por momentos sombrías contribuyen a instalar el horror de los hechos pasados. Excelentes interpretaciones: Ivan Steinhardt revela con su accionar el mundo interior de su personaje que poco a poco se va develando hasta el final sorpresivo. Romina Pinto en su histeria, mezcla de miedo y afán de perfeccionismo va configurando su personaje hasta mostrar su interioridad. El texto de Blanca Domenech tiene el mérito de enhebrar situaciones conflictivas que se entrelazan sin dar respuestas inmediatas; el espectador debe salir de su zona de confort para entender ese mundo de ficción sustentado en una cruel realidad. La dirección precisa y convincente supo agilizar con destreza un texto que pide mantener el oído atento mientras los desplazamientos de los actores rompen, en el buen sentido, los parlamentos cargados de significación versus ambigüedad.
    Un espectáculo para disfrutar desde la emoción y el intelecto.
  • Último tren a Shakespeare, la estación del juego 11

    25/08/2018 20:25 por Lita L 28

    El último tren a Shakespeare expone con claridad el conflicto que se les presenta a un grupo de actores destinados a desaparecer y obligados a subir a un tren imaginario que los transportaría a la papelera de reciclaje, es decir al olvido. La Guarda de estación será quién intentará que suban al tren para su desaparición definitiva. El hechizo de la tecnología aparece en el relato cuyo poder irá perdiendo fuerza ante la contundencia de las historias que se relatan.
    Este planteo inicial deviene en varias escenas en las que se ilustra acerca de fragmentos de algunas de las obras más significativas de Shakespeare: Hamlet, Romeo y Julieta, Sueño de una noche de verano.

    Lo interesante del diseño dramatúrgico consiste en la recreación de las escenas originales del autor, replanteándolas con humor y contando con la permanente complicidad de los espectadores a los que se apela para que opinen sin romper definitivamente el hechizo de la cuarta pared. De este modo el público se compromete con los personajes, y a medida que avanza la acción – estoy segura de esto – acepta con alegría el final de la historia y la posibilidad de liberar a los actores a quienes se intenta condenar al olvido. Impecable la escenografía, la incorporación de canciones y pasajes coreográficos. Interesante y sin fisura la dirección y dramaturgia a cargo de Cristian Vélez.
    La escena ubica al espectador en una estación de tren. En primer plano un tren de juguete instala la lógica del juego que es el indiscutible territorio de la infancia. Desde esa inocencia lúdica todo el desarrollo de la historia atrapa a chicos y grandes por varios motivos: en primer término, el avance de los hechos es dinámico; no se ralenta la historia que en ocasiones – en ciertos espectáculos - dispersa la atención del auditorio. En segundo término, el relato es actuado por los intérpretes con excelencia; quienes al interpretar distintos roles en cada una de las secuencias o mini – relatos que conforman la historia, son verosímiles desde la mirada contemporánea. Utilizan en escena variados recursos actorales, gesticulación expresiva, convincente histrionismo, atrapantes instantes clownescos, destreza con armas blancas, entre otros. Las apelaciones a las costumbres y modos de vida de la época en que se ubica a los personajes se alternan con guiños y chistes que acercan la historia a nuestros días. Ese balance entre antigüedad y presente sorprende y provoca en el espectador, tras la sorpresa, sonrisas y en muchas ocasiones risas espontáneas
    Al concluir el espectáculo – opino - tanto chicos como grandes están dispuestos a aliarse con el argumento que expresa uno de los personajes para justificar ampliamente la vigencia de la ficción teatral y en particular de los actores al decir: “No conozco a nadie que no le guste que le cuenten historias. ¡Al que no le guste que le cuenten historias que levante la mano!”. Espectáculo muy recomendable.
    Lita Llagostera