Opiniones de ALBERTO

  • La Agüela C

    02/11/2020 15:00 por Alberto 7
    Fui espectador virtual de LA AGÜELA C. Me pareció un trabajo enorme de un actor enorme. Desde el personaje de la Agüela como el pie para sus idas y vueltas a las diferentes edades de esa mujer, el actor no perdió la esencia de su transformación, con lo cual resulta un trabajo creíble. Momentos muy ricos como la "escena de la sandía" o el retazo del mantel, entre otros. La intensidad de los matices de la voz no solamente crean los espacios dramáticos de su personaje, sino dan cuenta de la libertad creativa del actor Portillo. La dirección del espectáculo está clara en tanto la acción a la que se somete el interprete está libre de dudas. Un puñado de signos escénicos le bastaron para narrar una historia muy calida. Un trabajo recomendable para cualquier época. Gracias
  • Trastorno 235

    26/10/2019 14:39 por Alberto L 7
    disfrutamos de la función. disfrutamos de la poesía. disfrutamos de la mirada actualizada (de cual otro modo?) del mito del Minotauro que tiñe de argentinismo la puesta. Para ver. Para no dejar de ver.
  • Hostería Beninger 83

    14/10/2019 19:36 por Alberto L 7
    una buena mirada desde el Quatroccento al trabajo del clown kastzqueano, divertida, y muy recomendable
  • Llegué para irme 158

    07/10/2019 10:12 por Alberto L 7
    "Llegue para irme" es un espectáculo magnífico, absolutamente recomendable hasta, incluso, para los enemigos de la risa.
  • ¡Andiamo! 97

    06/08/2019 10:26 por Alberto L 7
    ANDIAMO! bella metafora sobre los viajes. Clowns con buena escuela. Un espectaculo recomendable cien por ciento.
  • Filmoteca en Vivo! 4

    31/07/2019 11:54 por Alberto L 7
    la pasamos muy bien con la pelicula. Es una propuesta seductora, magnifica, de alguien que ama el cine. Una gran idea. Muchas gracias.
  • Necronomicón en Lomas 3

    08/11/2015 09:22 por ALBERTO 7
    “NECRONOMICON en Lomas”
    Teatro
    /
    Esta obra de Teatro, motivada por una noticia real, propone que el juego, lo más preciado del Teatro, esté presente de principio a fin.
    Cuando el espectador entra a la Sala, “entra” al espacio del conjuro sin ninguna intermediación. Puro juego. Un juego muy entretenido, que sucede en la escena entre dos seres abocados a una tarea especial: la práctica del Necronomicón.
    El ritual de poner en marcha esta, “suerte de recetas para la buena o mala suerte”, hace de “Necronomicón en Lomas” una pyme barrial de conjuros, tan común como la tarotista que Fulana conoce, o la runatera amiga de Mengana o Zultana que cura el empacho.
    Pero, PERO, no todo es lineal.
    Nada de lo que ocurre en “Necronomicón en Lomas” es lineal. Ni siquiera el Al-Azif de Abdul Alhazred, escrito en 730a.C. lo es. Y este texto, Necronomicón, escrito, traducido, quemado, destruído, resucitado, y practicado hasta hoy en la Oscuridad, se nos revela, graciosamente, como una práctica cotidiana de los vecinos.

    “Necronomicón en Lomas” es un juego de pura teatralidad, tanto por su origen en la página roja de un diario de tirada nacional como por el fuerte impacto en la base más primitiva de los mortales que habitamos este Planeta. Digo esto uniendo un origen remoto, muy remoto y desconocido, con una actualidad palmaria como lo es una noticia policial.
    El trabajo actoral de Tosiani y Ballbé, tiene el sello de lo creíble. Y esto que digo no es un halago, es simple reconocimiento de una tarea muy bien hecha. Construyeron una relación posible entre estos personajes, hermanas, sosteniendo un secreto familiar incontrastable. Construyeron un juego, que juegan, con la precisión de quienes pueden ir desde la cima de la excitación, hasta el valle profundo de la cotidianeidad más aburrida y vuelta a la cima sin escalas.
    La tarea del Director, Scarpellino, de quien he visto dos de sus trabajos, muestra que el caos creativo no le es ajeno y saca muy buen partido de éste. Toma aquí el riesgo de caminar por una cornisa delgada que separa, una sobredosis de esoterismo por un lado, y por el otro lado el Teatro. Scarpellino hace buen equilibrio y mantiene al espectador equilibrándose allí,entre la ficción y la realidad, observando y observándose en una practica social que tiene muy poco, casi nada de ficción y mucho de realidad.