Opiniones de Flavia C

  • Rat 7

    24/09/2015 10:28 por Flavia C
    Un mediocre director de teatro se regodea con la fugaz situación de poder que le otorga estar al frente de un ensayo malavenido, en un teatro lúgubre y regado con la basura que quedó de una fiesta de la noche anterior. Lo vemos moverse crispado, impaciente y secretamente satisfecho de su estatus de autor, de su intuición creativa, de su seducción. Un técnico y asistente intenta responder a sus pedidos y padece su desorganización y falta de criterio. Aparece, al fin, el actor. Sensible y voluntarioso, trata de complacer al director sin renunciar al aporte de su interpretación y a la sinceridad. Quisiera ser mirado, considerado. No entiende de qué trata la obra, adónde va a ir a parar ese texto.
    Las actuaciones de Guido Losantos (León) Tom Harris (Rubén) y Nicolás Deppetre (Iván) crean esa convincente verosimilitud en la que los espectadores nos instalamos, relativamente cómodos porque nosotros sí creemos entender de qué se trata: es una farsa, una parodia, un texto metateatral.
    El tema del pésimo parlamento que ensayan es la inminente invasión de unas criaturas dañinas, unos roedores que amenazan con propagarse por la ciudad. La tentación de relacionarlo con esa cualidad katártica de la creación de la que habla Cortázar cuando propone que escribir es exorcizar “bestezuelas”, “alimañas”, es fuerte y parece confirmar la hipótesis anterior. Pero no. O, al menos, no solamente, porque el mayor mérito de RAT es que no hay lugar donde acomodarse por mucho tiempo. En un registro humorístico, se asiste a la tematización de lo fantástico, a la crítica del sistema burocrático y capitalista, a la tragedia absurda, al disparate, al suspenso, en un tono, por momentos, desopilante.
    El diseño del espacio refuerza la polisemia por la que transita la acción: el escenario es también basural, sótano, casa embrujada.
    Conviene ir a ver RAT tal como se anuncia: es una farsa a la que hay que dotar de sentido. Las opciones son múltiples y Juan Mako las propone para que de la decisión final se haga cargo el espectador.