Opiniones de Escoba D

  • Todavía busco la salida del parque... 2

    02/12/2004 09:05 por Escoba D 7
    Comparto algunos datos, comentarios y reflexiones sobre este espectáculo, intentando adelantar algunos de los aspectos que me parecieron más interesantes del mismo. Agradezco a Betine y Sofia haber contestado un pequeño cuestionario (que puedo reenviar por mail a los lectores de Alternativa Teatral) y a Daniel Franco por facilitar el contacto con las chicas. Aqui va:

    Xixicas nace como compañía de teatro en Barcelona a fines del año 2002; su trabajo de colaboración con otros artistas de las áreas de diseño, vídeo y fotografía transforma pronto su estructura en un colectivo de investigación artística multidisciplinar avocado a convertir al lenguaje escénico/performático textos “extra teatrales”. Este tipo de exploraciones tiene un rico desarrollo en el “off” porteño, con interesantísimas producciones.

    La novedad, o mejor dicho lo infrecuente que caracteriza a “Todavía busco....” son los temas que aborda y la forma honesta en que lo exponen las artistas: la escolarización como forma de socialización uniformizante y hegemónica, y los discursos a los que mediante juegos, cuentos y canciones que parecen respetar un espacio lúdico y creativo, el educando es sometido una y otra vez hasta asimilar un pesado bagaje de conductas socialmente correctas, prejuicios y valores éticos y morales, poniendo el acento en la domesticación del cuerpo y la tensión que todo este proceso genera en torno al placer y a la libertad, sin eludir dos de sus principales motores, la sexualidad y la violencia, que muchas personas aun temen tratar en forma explícita o sin aislarla en la esfera de lo privado e íntimo.

    En “Todavía...” se encuentran dos muchachitas púberes, o “mujeres niñas” que al mismo tiempo se comportan de manera individualista o buscando la mirada y el reconocimiento ajenos. El parque es a la vez universo e ironía, espacio de libertad y confinamiento. El título de este espectáculo es intencionadamente desconcertante: remite sin decirlo al bosque, al miedo a extraviarse (en el espacio y también en el tiempo) que aflora con mayor intensidad en los momentos de crisis, es decir, cambio. Pero también al patio, espacio urbano confinado, artificial, pero que funciona como lugar de “respiración”, de libertad ficticia. La metáfora es la misma que la que concierne a la educación y esta suerte de recurrencia implícita en el discurso visual y narrativo que presenta “Todavía...” obliga al espectador a reflexionar dialécticamente y poner en relación una multiplicidad de cuestiones que acostumbramos mantener en compartimientos estancos. La utilización de distintos recursos y medios audiovisuales habla también de la dispersión exógena y endógena que padecen estas Caperucita y Blancanieves (¿tal vez arquetipos de niñas, de infancia, de feminidad?) que no encuentran una salida al mundo en que se encuentran, ni podrán encontrarla porque la vida misma es un constante e irresuelto devenir.

    XIXICAS presenta también otro espectáculo en el palacio Barolo, dentro del ciclo de Intervenciones Urbanas. Creo que vale la pena conocerlas.
  • Estirpe Salvaje

    30/10/2004 16:17 por Escoba D 7
    Fui a ver esta obra sabiendo que trataba sobre el poeta Georg Trakl, desconocido para mí. Lamento no haberme informado más antes de asistir al espectáculo, lo que me habría per-mitido entender más cabalmente esta magnífica “biografía artística” puesta en escena por Helena Tritek y su equipo. Al entrar a la sala, recibimos alguna información sobre la perso-nalidad y la vida de Trakl, que aporta luz a los neófitos. Antes que comentar “Estirpe Salvaje”, creo que puede ser útil para comprender tanto la puesta en escena en general como algunos momentos en particular compartir algunas pequeñas observaciones acerca de Trakl que obtuve en internet. Estas tres citas me resultaron sumamente valiosas para entender y resignificar (aunque fuera a posteriori) muchos de los recursos teatrales puestos en juego, así como el significado y el sentido de ciertos gestos, de los poemas y las cartas en que se sustenta el prolijo texto teatral que sustenta esta obra.

    “Siempre se le hacía difícil arreglárselas con el mundo exterior, al tiempo que iba ahondándose cada vez más en el manantial de su creación poética... Bebedor y drogadicto empeder-nido, jamás le abandonaba su porte noble ... No hay hombre que haya podido verle jamás tambalearse siquiera o ponerse impertinente cuando bebía” (testimonio de un amigo del poeta, mencionado por J.L. Arántegui en Cinco Poemas de Georg Trakl)

    “No se le conoce al poeta otro amor en su vida que el que sintió por su hermana menor Margarethe, con la que mantuvo relaciones incestuosas desde 1908, poco antes de su movilización [durante la Primer Guerra Mundial]. Un mes después de ser movilizado, Marga-rethe tuvo que provocarse un aborto. Las relaciones que mantuvieron los hermanos, marca-ron la vida del poeta con un terrible sentimiento de culpabilidad, y la imagen de la hermana, unida a lo nocturno, a la expiación y al tormento, asoman con frecuencia en sus versos.” (extraído de “Laylah. Cantos de muerte Georg Trakl” de Crypt Vihara)

    “Motivos tan significativamente repetidos como las ventanas, puertas, muros, verjas y con-ceptos semejantes, parecen deberse a esta incomunicación de la que el poeta sufre en su vida y que le obsesiona, pues siempre se hallan teñidos de un vago simbolismo, aludiendo a algo que pudiera definirse, parafraseándole, como "lo que nos une y separa del mundo". Toda su poesía suscita imágenes, anhelos y melancolías. Igualmente, el enfrentamiento individuo-sociedad, es llevado por Trakl a una posición extremada por el agudo individua-lismo del nuevo sistema vital.” (extraído de “Laylah. Cantos de muerte Georg Trakl”)

    Por otra parte, considerando la obra teatral como algo autónomo, es decir, sin pensar la in-tertextualidad, o la vida y el momento histórico particular a la que se refiere, se trata de una obra sumamente interesante, con una lograda adaptación de lo poético a lo teatral. Los actores secundarios, que representan a su familia, se desempeñan correctamente, acompañando y sosteniendo la figura prominente del Poeta. La iluminación, muy prolija, aporta una enri-quecedora poética visual que logra ubicarnos en un sugestivo clima de cambiantes colores y tonos. Otro tanto puede decirse de la música, un nocturno de Chopin en distintas interpretaciones, que acompaña algunas escenas.

    Dentro de la variada gama de obras de teatro que recurren a textos poéticos como base para la dramaturgia y que pude disfrutar en las últimas semanas, Estirpe Salvaje me pareció la más sutil y sofisticada tanto desde el punto de vista de la dramaturgia como en los aspectos técnicos, lo que por supuesto no quita mérito a las otras que vi y tambien recomiendo (Can-tos Órficos y La Amante de Baudelaire, que se destacan con sus propias particularidades que espero poder comentar a la brevedad).

    Para terminar, agradezco una vez mas a Alternativa Teatral la posibilidad de expresar mis opiniones y puntos de vista, lo que tambien me ha permitido ponerme en contacto con gente amante del teatro, y generar enriquecedores intercambios.
  • Punto muerto 9

    29/10/2004 14:15 por Escoba D 7
    A diferencia de dos personas que ya comentaron esta obra, llegué al teatro sin conocer la dramaturgia de Pablo Iglesias y un poco extrañada por la propuesta de un teatro que se transmite también por internet. Personalmente, prefiero el teatro como “acontecimiento viviente”, pero considero que la experiencia ha de ser muy interesante y mucho mas interesante aún ha de ser el debate que esto genere.

    En cuanto a Punto Muerto “en vivo”, coincido con las opiniones anteriores. El autor y los actores logran generar un clima de exasperante tensión entre ellos y transmitirlo al público, efecto al que también contribuyen, con efectividad, la escenografía y la pequeñez de la sala en la que además el límite entre escenario y platea queda definido por la primer fila de asientos.

    La obra trata de una mudanza apresurada, de la huida del hermano mayor de la vivienda familiar, repentinamente vacía. Un escape bastante oportunista y en el que el joven yuppie intenta dejar abandonadas las cosas inútiles, desde un viejo parlante hasta los culpas más íntimas, que irán aflorando en un relato cuya complejidad aumenta vertiginosamente en una breve pero intensa media hora. Si la categoría “yuppie” perdió actualidad y vigencia en nuestro país del siglo XXI, Punto Muerto la actualiza y aprovecha para transmitir una velada opinión sobre el exitismo “a cualquier precio”, con la prudencia de no instalar un juicio de valor sobre la misma, pero utilizándola para problematizar una cuestión prácticamente universal como lo es el diálogo íntimo, aunque no siempre silencioso, con la propia conciencia.

    La narración se compone desde el presente inmediato hacia el pasado reciente. El vestuario de los actores resulta acertado y sirve para caracterizarlos “en cuerpo y alma” desde el primer momento. La tensión que se genera en la escena logra multiplicar el tiempo real, dilatarlo. El resultado es bueno aunque hay algunas pequeñas vacilaciones en la actuación.. Como espectadora, llegué al final de la obra en estado de crispación, pero la revelación final alivió mis nervios, instalándome nuevamente en el ámbito de lo tolerable del mundo. El mayor merito que encuentro a Punto Muerto es la dramaturgia y la dirección, el resultado notable que se logra con economía de recursos, principalmente de ese bien de valor imponderable que es el tiempo. En dos palabras: la recomiendo.
  • Dos mujeres 10

    05/10/2004 13:29 por Escoba D 7
    Vi esta obra en su re-estreno en el teatro El Ombligo de la Luna y escribí un largo comentario de opinión y reflexión sobre la misma. Como no quiero abusar del espacio que brinda Alternativa Teatral para expresarnos, invito a los interesados a leer mi opinion en http:www.teatroxescoba.blogspot.com

    pero si prefieren una opinion rapida (es decir, omitiendo sus fundamentos), esta versión de Dos Mujeres (no vi las anteriores, pero se que hubo varias) me parecio bien lograda y en terminos generales coincido con las opiniones ya vertidas.
  • Canciones Degeneradas 7

    28/09/2004 12:27 por Escoba D 7
    Ayer, lunes, fui a ver "Canciones Degeneradas" (en el Centro Cultural de la Cooperación), un espectáculo de canciones de cabaret alemán de los años 30 (Kurt Weill y otros), felizmente traducidas al castellano, con una buena perfomance en lo musical, lo actoral y la iluminación. Aunque se trata de un único bloque, se distinguen dos partes (la primera, festiva; la segunda, trágica), o más bien un comienzo resplandeciente de colores y sensualidad que abruptamente torna en un ensombrecimiento general del clima dramático, lo que puede estar reflejando los cambios de humor y la tensión en una sociedad que salió de una guerra y se precipitó en otra.

    Las letras de las canciones son mordaces, inteligentes -cosa que tal vez sólo sorprenda a neófitas y neófitos del género- y las más trágicas (de los años treinta y pico a cuarenta) destilan una sutil poesía que invita a reflexionar sobre el dolor en sus infinitas formas, pero especialmente en las injustas formas de opresión de la sociedad moderna.

    Marcando de manera metafórica posibles caídas de telón (no se me escapa que el telón es un "género" asociado a cierto estilo de teatro y no al espectáculo de café concert o cabaret, pero la disposición física del espectáculo es la del teatro: escenario y platea), se proyectan videos de películas "de época" musicalizadas en vivo, que sirven de bisagras que articulan los cambios de temática y de ambiente.

    La escenografía es mínima: mesas y sillas en algunos momentos y tres paneles móviles que limitan el escenario y se abren y cierran dibujando distintas geometrías en el mismo espacio. Son esencialmente las luces y el vestuario los que engalanan la escena.

    A mi juicio el espectáculo está bien logrado y es equilibrado en los distintos aspectos. Una última observación tal vez más difusa: me pareció interesante el sutil contraste entre los cuerpos de las dos cantantes/actrices y la forma en que se lo aprovecha y enfatiza en algunos momentos gracias al vestuario.

    Como siempre, ya escribí demasiado y no sé cómo hacer un cierre prolijo a mi comentario, así que aquí va mi cierre desprolijo:

    FIN
  • Antígona 4

    24/09/2004 10:50 por Escoba D 7
    Hacer un comentario o aún emitir una opinión “de público” de una obra inspirada en un texto clásico implica muchos peligros para quienes sólo los conocen superficialmente o no los conocen en absoluto, porque el desconocimiento, que en general resulta en una candidez ingenua, puede interpretarse maliciosamente o, para decirlo en un lenguaje más llano, puede caer en el campo del disparate. Por eso, aunque me encantaría hacer un análisis minucioso desglosando y glosando el brillante texto de Anouilh, prefiero limitarme a un par de acotaciones personales nada eruditas ni fundamentadas en una bibliografía fiable.

    En términos generales, la puesta de La Carbonera me pareció bastante cercana al texto traducido al español al que tuve acceso: sin verificarlo palabra por palabra, creo que se mantienen y respetan los parlamentos y que tal vez haya algunas modificaciones en cuanto a las indicaciones sobre la puesta en general.

    Una cosa que me llamó la atención fue el “coro” encarnado en este caso por una única persona. Yo no encontré referencias de Anouilh respecto al número de integrantes de su coro, pero el mismo suele representar en la tragedia griega a un personaje colectivo (de ahí tal vez la multiplicidad de voces), no a un individuo. Por otro lado es cierto que en la versión de Anouilh este coro, que en esta puesta está presente en la escena casi permanentemente tiene una participación activa ínfima, lo que tal vez justifique parcialmente que sea un “coro unitario”.

    La actriz que representa el prólogo y el coro me pareció muy buena. Su papel es esencialmente declamativo (no hay gesticulación ni más movimiento que el avance al centro de la escena y el retroceso) pero Laura Bogani logra imprimirle vivacidad. Frente a ésta, las demás actuaciones (en la primera parte de la obra) me parecieron más débiles y menos sugestivas, aunque esto tal vez refleje las características de algunos personajes o de la situación de angustia imperante. La entrada en escena de Creón marca un afortunado punto de inflexión en este aspecto, sea porque la actuación de Antonio Ugo ilumina y da fuerza a todos los demás o quizás porque la tensión dramática crece y el enfrentamiento deja de ser entre los personajes como individuos para tornarse más esencial, un conflicto de principios incompatibles.

    La escenografía, ínfima casi hasta la desnudez, cobra valor y sentido al final de la obra y sirve para enmarcar potentemente las preanunciadas muertes, poniendo énfasis en el aislamiento y la ruptura del espacio.

    La “sonorización en vivo” permite ecos y resonancias que sugieren suspenso e inquietud, aunque la repetida utilización del mismo recurso puede resultar un poco desconcertante para el público.

    En cuanto a los mensajes que extraje del propio texto, tanto la Antígona sofóclea como esta versión de Anouilh (que data de 1942, durante la ocupación alemana de Francia) reflejan con crudeza las tensiones existentes entre dos órdenes de legitimidad en continua pugna en cada persona, pero separados claramente en estas Antígonas: el orden divino que manda enterrar a los muertos como una forma de reconocimiento de su humanidad, y el orden social que impone reglas y puniciones para que sean posibles la convivencia y el Estado como realidades y no como entelequias.
    Aunque tendría que verificarlo releyendo la de Sófocles, creo que los personajes de Anouilh se muestran más humanizados que los “originales”. Al igual que los personajes clásicos, están atravesados –y aún estigmatizados- por sus propios ineludibles destinos, pero también muestran otros aspectos como la preocupación de sí mismos, la tensión de sus sufrimientos y conflictos más personales.

    Me quedan muchas cosas por decir, pero tengo prisa p or mandar este comentario con la explícita intención de recomendar esta puesta de la Antígona de Anouilh, sea para pensar conflictos que siguen vigentes en nuestra sociedad, para conocer de segunda mano o revisitar la tragedia clásica, o para lo que Ud. desee...Personalmente, llegué a La Carbonera con el texto de Anouilh recién leído y esta “versión teatral” enriqueció infinitamente mi apreciación de la obra de un modo que sólo el acontecimiento viviente, y no las relecturas ni las conversaciones de café “post factum”, podría hacerlo. Señal ésta, claro, de que aunque sin llegar a lo magnífico ví teatro del bueno y que merece ecomendarse.
    Invito a quienes no compartan mis puntos de vista o tengan ganas de intercambiar opiniones sobre la obra o los autores, a que me escriban. Muchas gracias
  • Crónicas de Pichincha 2

    16/09/2004 15:02 por Escoba D 7
    Crónicas de Pichincha transcurre en un bar, entre las mesitas donde se ubica el público que puede degustar un vino o una picadita. Distintos episodios casi independientes hilvanan estas crónicas sobre el esplendor y la caída de un famoso barrio prostibulario de Rosario en los años ’30, dibujando una amena acuarela social de la época y de sus personajes arquetípicos, retratados de manera pintoresca y poniendo en evidencia, aunque sin cargar las tintas, los conflictos de clase, de sexo, y entre pares.