Opiniones de María L

  • Hijo de mil. Concierto de palabras putas 12

    26/09/2016 02:06 por María L 2
    “Hijo de mil” es una obra espléndida, denota un riguroso trabajo dramatúrgico con mucha precisión en el dato histórico. Un recorrido psicológico que vale la pena ver y sentir. Donde la dicotomía entre el lenguaje y su significación se ponen de manifiesto. Junto a la negación y el tabú que son abordados desde el humor, dejando la conmoción garantizada. Es admirable el trabajo del actor, que desde la contradicción de los personajes, compone musicalidad, corporalidad y voces bien diferenciadas que guían el relato, manteniendo la atención del público todo el tiempo. Desde la dirección se logra un acompañamiento de luces que potencia cada momento. Es notorio el nivel de detalle en la elección de objetos y su ubicación, también en el efecto sorpresa generado cuando el actor golpea el acero y cae un material sólido (polenta o arena) Y es destacable la latencia que se sostiene al inicio, cuando sólo se escucha el audio y se espera el ingreso de Finamore. La conexión visual que el actor mantiene con el público, habilitado por la cercanía que permite el espacio, es sublime. Muy recomendable. ¡No se la pierdan!

  • Simultáneas (la martingala) 7

    18/04/2015 10:20 por María L 2
    Simultáneas es una invitación a entregarse durante una hora a una experiencia delirante, desconcertante, intrigante.
    Es una invitación a dejar fluir la magia del teatro vivo, donde los acordes de una guitarra van delineando el acontecer de la historia, donde las luces proyectan por momentos de forma anecdótica, donde las voces se expresan rítmicamente y articulándose con cada escena.
    Donde la escenografía opera como un marco trabajado al detalle que bordea y permite lucir una pintura. Los elementos son elegidos con precisión: una máquina que funde hierro, objetos antiguos, piezas de ajedrez, todo enarbola, potencia y articula lo observable.
    La caracterización de los personajes es impecable. Gestos, movimientos, el uso del espacio, la corporalidad, el contacto, la trasgresión, la argumentación, constantemente rompen estructuras y te mantienen ahí, atrapado, sumergido en la historia.
    Escapar, vencer, jugar...
    Ganarle a 'la imagen mental' de Manfredi.
    Las partidas son verosímiles pero lo que se pone en juego está más allá...
    Donde la sorpresa y el suspenso son latentes. Donde el sinsentido tiene sentido al menos subjetivamente...
    Donde lo esperable no sucede, donde lo irreal se presenta, juega, construye.